La advertencia tiene lugar debido a que el pasado domingo, China expulsó a dos barcos filipinos que cargaban materiales de construcción de las aguas del arrecife Ren´ai pertenecientes a las islas Nansha de China. 

 

En este sentido, la parte filipina manifestó su protesta sobre el incidente, sin embargo China rechazó la protesta. 

 

Por otra parte, la Cancillería estadounidense apoyó a Filipinas en esta disputa considerando al acto de China como provocativo. 

 

Sin embargo, el portavoz de la Cancillería china, Qin Gang, criticó el jueves, mediante un comunicado, los alegatos de EE.UU. sobre el incidente marítimo calificándolos de injustos, y añadió que "los comentarios de EE.UU. ignoran los hechos, contravienen su estatus de no reclamante e infringen su compromiso de no tomar parte en la disputa". 

 

"El propósito real de Filipinas es construir edificios en el arrecife y mantener su presencia en el arrecife chino. Ellos no estaban transportando suministros, sino varillas de acero y cemento. ¿Son comestibles?", preguntó Gang. 

 

El diplomático chino también subrayó que “los comentarios estadounidenses perjudican la preservación de la paz y estabilidad en Asia del Sureste y no corresponden a sus propios intereses”. 

 

No obstante, subsecretario de Defensa filipino, Pío Lorenzo Batinos, ha informado este viernes que su país permitirá el acceso de EE.UU. a sus bases militares debido a la posibilidad de que se agrave la tensión en el Mar Meridional de China. 

 

Según Batinos, bajo un acuerdo de seguridad logrado la semana pasada en Washington, se le permitirá a EE.UU. aumentar el despliegue de tropas, barcos, aviones y equipos a través de las bases militares en Filipinas.