El Islam se hizo responsable de garantizar la libertad de pensamiento. Esto quedó claramente de manifiesto cuando el Islam invitó a utilizar la mente y el pensamiento en la observación de todo el universo: el cielo, la tierra..., y además insistió mucho en ello. Al-lâh () Dice [traducción del significado]: {Diles [¡Oh, Muhammad!]: Ciertamente os exhorto a que hagáis una cosa [para que se evidencie la Verdad]: Poneos ante Al-lâh de dos en dos, o solos, y reflexionad} . También Dice () [traducción del significado]: {¿Acaso [los incrédulos] no transitan por la Tierra, y no tienen mente para reflexionar, ni oídos [que escuchen lo sucedido a los pueblos que les precedieron]? No son sus ojos los que se enceguecen sino los corazones dentro de sus pechos}
El Islam incluso va más allá, reprochando a aquellos que anulan su capacidad de discernimiento y su sensibilidad, de modo que no los utilizan como deberían, degradándolas hasta situarlas a un nivel más bajo que el de los animales. Al-lâh () Dice [traducción del significado]: {Éstos tienen corazones pero no pueden comprender, ojos pero no pueden ver y oídos pero no pueden oír. Son como los ganados que no razonan, o peor aún. Éstos son los que se comportan con indiferencia [a Nuestros signos]}
Por otra parte, el Islam ha lanzado una campaña sostenida contra aquellos que siguen las suposiciones y los conceptos erróneos. Al-lâh () Dice [traducción del significado]: {Sólo siguen suposiciones, pero las suposiciones carecen de valor frente a la Verdad}  También denigró a aquellos que imitan a los padres o a los gobernantes sin preocuparse en pensar si éstos siguen lo correcto o lo falso. Así, Dice, despreciando su comportamiento [traducción del significado]: {Y dirán: ¡Oh, Señor nuestro! Hemos imitado a nuestros líderes y a nuestros poderosos, y éstos nos desviaron del camino [recto]}
      Con el fin de aseverar la doctrina islámica, el Islam se apoyó en argumentos intelectuales, por eso los eruditos del Islam dicen que la mente es la base del cambio, de modo que el tema de la existencia de Al-lâh se ha demostrado a través de la utilización de la mente, y también el tema de que Muhammad () es Profeta se ha demostrado a través de la mente en primer lugar, y después sus milagros indican que su profecía es correcta. Así es como el Islam respeta la mente y el intelecto.
       Pensar, desde el punto de vista del Islam, es un precepto religioso que el musulmán no debería nunca ignorar o dejar de lado. El Islam abrió la puerta de la reflexión sobre los asuntos religiosos de par en par, y ello con el objetivo de investigar sobre soluciones legales para las nuevas cuestiones mundanales [que no están especificadas en el Corán o la Sunna], lo que los ulemas denominan Iytihad o esfuerzo de interpretación, que consiste en valerse del intelecto para deducir los decretos legales.
        El principio del Iytihad o esfuerzo de interpretación, que encarna el principio de la libertad de pensamiento en el Islam, tuvo una gran repercusión en enriquecer los estudios del Fiqh [jurisprudencia islámica] entre los musulmanes, y en conseguir rápidamente soluciones para las nuevas cuestiones que no están explicadas en la primera época del Islam. A partir del Iytihad se construyeron las famosas escuelas islámicas del Fiqh, que continúan siendo el referente del mundo islámico hasta la actualidad. Así es como el  hecho de que el musulmán se apoye en su razón y su pensamiento en todo lo referente a los asuntos de la religión y de la vida que no están especificados en ningún texto legal [o sea del Corán o la Sunna] constituye la viga maestra de la postura del Islam en cuanto a la mente y el pensamiento. Una postura que es fundamental y sobre la que los musulmanes construyeron su próspera civilización sobre la amplitud de la historia del Islam.

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