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El Islam rodeó a la mujer con un cordón de protección y cuido, elevó su posición, la honró y le dedicó un buen tratamiento; sea hija, esposa, hermana o madre. En base a eso los hombres y las mujeres son iguales en la humanidad. Pues Al-lâh Dice...
El Islam rodeó a la mujer con un cordón de protección y cuido, elevó su posición, la honró y le dedicó un buen tratamiento; sea hija, esposa, hermana o madre. Así que el Islam afirmó primero que el hombre y la mujer fueron creados del mismo origen; y en base a eso, (los hombres y las mujeres) son iguales en la humanidad. Al-lâh (Glorificado Sea) Dice [traducción del significado]: {¡Oh, humanos! Temed a vuestro Señor Quien os Ha creado a partir de un solo ser, del que Creó a su esposa e Hizo descender de ambos muchos hombres y mujeres.}[1]. También hay otras muchas aleyas que afirman que el Islam eliminó el principio de discriminar entre el hombre y la mujer en cuanto al valor humano común.
A partir de estos principios y negando las costumbres de la Yâhiliah (época pre-islámica) y de las naciones anteriores en cuanto a lo relacionado con la condición de la mujer, el Islam vino para defender a la mujer dedicándole la posición que no alcanzó en religiones anteriores, ni en naciones posteriores. Ya que legisló para ella -como madre, hermana, esposa e hija- de los derechos -hace 14 siglos- lo que la mujer occidental sigue luchando para conseguirlo, pero ¡Qué lejos está!
Así que el Islam, desde el principio, afirmó que las mujeres son como los hombres en cuanto al prestigio y a la posición, y el hecho de ser una mujer no reduce nada eso. Al respecto, el Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sallam) dijo afirmando una regla importante: “Las mujeres son iguales a los hombres”[2]. También siempre recomendaba tratar bien a las mujeres, diciendo a sus Compañeros (que Al-lâh Esté complacido con ellos) lo que Abu Hurairah (que Al-lâh Esté complacido con él) narró: “Tratad bien a las mujeres.”[3]. Y repitió este consejo durante el Hayy (Peregrinación mayor) de la despedida mientras estaba dirigiendo su discurso a miles de su Ummah.
Y si queremos saber lo que el Islam basó y los pilares que estableció para elevar la posición de la mujer y honrarla, nos importará primero saber la condición de la mujer en las eras de la Yâhiliah anterior y contemporáneamente[4]; y eso es para ver la verdadera oscuridad en la cual vivió y sigue viviendo. Y de esta forma, se nos clarificará la posición de la mujer bajo las enseñanzas del Islam y la civilización islámica.
Si los árabes -como vimos en la primera sección- sepultaban a sus hijas vivas privándoles el derecho de vivir, entonces el Corán fue revelado prohibiendo y censurando este acto. Al-lâh Dice [traducción del significado]: {Se pregunte a las niñas que fueron enterradas vivas. Por qué pecado las mataron [Los árabes en la época del Yâhiliah enterraban a sus hijas vivas por temor a la pobreza o a que éstas pudiesen caer en manos de los enemigos]}[5]. Mejor dicho, el Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sallam) lo hizo de los peores pecados. Ibn Mas‘ûd (que Al-lâh Esté complacido con él) dijo: Pregunté al Mensajero de Al-lâh (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sallam): “¿Cuál es el pecado más grave?”
Respondió: “Asociar un rival con Al-lâh, Quien te Creó.”
Pregunté: “¿Y luego qué?”
Respondió: "Que asesines a tu hijo por miedo de que coma contigo"
Pregunté: “¿Y luego qué?”
Dijo: "Cometer adúltero con la esposa de tu vecino."[6]
Sin embargo, el Islam no se redujo solamente a proteger el derecho de la mujer a vivir, sino que animó a educarla bien desde pequeña. Pues, ‘A’ishah (que Al-lâh Esté complacido con ella) narró que el Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sallam) dijo: "Quien tiene hijas y las educa bien, serán una protección para él del Infierno."[7]
Abu Musa Al Ash‘ari (que Al-lâh Esté complacido con él) narró que el Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sallam) ordenó enseñar a la hija diciendo: "Cualquier hombre que tiene una hija pequeña, de modo que le enseña bien y la educa bien, tendrá dos recompensas."[8]. Y también dedicaba un día a las mujeres para aconsejarlas, exhortarlas y ordenarles la obediencia a Al-lâh (Glorificado Sea). Abu Sa‘îd Al Judri (que Al-lâh Esté complacido con él) dijo: “Las mujeres dijeron al Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sallam): “¡Los hombres te acompañan más que nosotras! Así que dedícanos un día.” Por lo tanto, les dedicó un día, les exhortó y ordenó. ”[9]
Cuando la chica crece y alcanza la pubertad, el Islam le dedica el derecho a aceptar o rechazar al comprometido. Pues, no permite obligarla a casarse con un hombre que no desea. ‘Abdul-lâh ibn ‘Abbâs (que Al-lâh Esté complacido con él) narró que el Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sallam) dijo al respecto: “En cuanto al matrimonio; la decisión de la mujer que ya se casó anteriormente tiene prioridad sobre la de su Wali (tutor), sin embargo, a la virgen se le pide su permiso y su silencio es una señal de consentimiento.”[10]
También Abu Hurairah (que Al-lâh Esté complacido con él) narró que el Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sallam) dijo: “La mujer que se casó antes no se casa otra vez hasta que acepte y la virgen no se casa hasta que se le pida permiso.” (Los Compañeros) Preguntaron: “Oh Mensajero de Al-lâh, ¿qué es su permiso?” Dijo: “ Es su silencio.”[11]
Cuando se convierte en una esposa, la Sharî‘ah recta incita a tratarla bien y convivir con ella según lo reconocido, clarificando que la buena convivencia con las mujeres es una prueba sobre la nobleza (del alma) del hombre y de sus virtudes morales. Al ‘Irbâd ibn Sârîah (que Al-lâh Esté complacido con él) narró que el Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sallam) dijo estimulando: “Si el hombre da a su esposa de beber agua, tendrá recompensa.”[12] También Abu Hurairah (que Al-lâh Esté complacido con él) narró que el Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sallam) dijo intimidando: “¡Oh Al-lâh! Culpo (del pecado) a quien descuida el derecho del huérfano y de la mujer y le advierto de cometer eso.”[13]
Además, el Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sallam) era un ejemplo práctico en eso; ya que era muy delicado y amable con sus esposas. Al Asuad ibn Yazîd An-Naj‘i (que Al-lâh Esté complacido con él) narró: “Pregunté a ‘A’ishah (que Al-lâh Esté complacido con él): “¿Cómo trataba el Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sallam) a sus esposas?”
Respondió: “Ayudaba a sus esposas en sus tareas. Sin embargo, cuando llegaba la hora de rezar, se levantaba para rezar.”[14]
Si la esposa odia a su esposo y no aguanta vivir más con él, el Islam le legisló el derecho a separarse de él a través del Jul‘ [Es un divorcio a petición de la esposa a cambio de una indemnización pagada por ella al esposo].Ibn ‘Abbâs (que Al-lâh Esté complacido con él) dijo: “La esposa de Zâbit ibn Qais (que Al-lâh Esté complacido con él) se fue al Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sallam) y dijo: “¡Oh Mensajero de Al-lâh! No niego la religiosidad ni las virtudes morales de Zâbit, sino que temo ser ingrata con él.”
Por lo tanto, el Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sallam) le preguntó: “¿Y le devuelves su jardín?”
Dijo: “¡Sí!”
Así que le devolvió su jardín y el Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sallam) le ordenó divorciarla y él lo hizo.”[15]
Aparte de lo que fue mencionado, el Islam afirmó la total independencia financiera de la mujer tal como el hombre; ya que tiene el derecho a comprar y vender, alquilar y arrendar, delegar y otorgar. No se le prohíbe eso con tal de que sea sensata y recta, pues Al-lâh Dice [traducción del significado]: {Cuando los consideréis ya capaces y maduros, entregadles sus bienes.}[16].
Y cuando Um Hâni’ bint Abi Tâlib (que Al-lâh Esté complacido con ella) declaró su protección a un hombre incrédulo, mientras que su hermano Alí (que Al-lâh Esté complacido con él) rechazó eso e insistió en matarlo, el juzgamiento del Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sallam) sobre este accidente era lo siguiente: Um Hâni’ bint Abi Tâlib (que Al-lâh Esté complacido con él) narró que él dijo: “Declaro mi protección a quien le protegiste, ¡Oh Um Hâni¡”[17]. Así que le dio el derecho a declarar su protección al no musulmán en el estado de paz o de guerra.
De esta forma, la mujer musulmana vive honrada y protegida bajo la sombra de las enseñanzas del Islam y la civilización islámica noble.
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[1] [Corán 4:1].
[2] [At-Tirmidhi (113)] [Abu Dâûd (236)] [Ahmad (26238)] [Abu Ya‘la (4694)] [Al Albâni: Sahîh (1983), Sahîh Al Yâmi‘].
[3] [Al Bujâri (4890)] [Muslim (1468)].
[4] Indicamos eso al hablar sobre las civilizaciones anteriores.
[5] [Corán 81:8-9].
[6] [Al Bujâri (5655)] [At-Tirmidhi (3182)] [Ahmad (4131)].
[7][Al Bujâri (5649)] [Muslim (2629)].
[8] [Al Bujâri (4795)].
[9] [Al Bujâri (101)] [Muslim (2633)].
[10] [Muslim (1421)].
[11] [Al Bujâri (4843)].
[12] [Ahmad (17195)] [Shu‘aib Al Arna’ut: Sahîh] [Al Albâni: Hasan Ligairih, consulte Sahîh At-Targîb ua At-Tarhîb (1963)] .
[13] [Ibn Mâyah (3678)] [Ahmad (9664)] [Shu‘aib Al Arna’ut][Al Hâkim: Sahîh (211)][Al Baihaqi (20239)] [Al Albâni: Sahîh (1015), As-Silsilah As-Sahîhah]
[14] [Al Bujâri (644)] [Ahmad (24272)][At-Tirmidhi (2489)].
[15] [Al Bujâri (4973)] [Ahmad (16139)].
[16] [Corán 4:6].
[17] [Al Bujâri (3000)] [Muslim (336)].
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