Short Description
La ciencia de la historia islámica se caracterizó por su originalidad e independencia, porque brotó desde dentro de la sociedad islámica en cumplimiento de las necesidades y los objetivos de esta sociedad. La historia islámica surgió, también, para satisfacer el
Sin duda que la ciencia de la historia comenzó con la existencia de la sociedad humana en sí, desde que el hombre comenzó a registrar los aspectos de su vida de un modo u otro, creando mediante eso un ámbito nuevo para el conocimiento del hombre de sí mismo. Indudablemente este estilo cognitivo vino como una satisfacción de necesidades sociales que se impusieron desde el comienzo a los grupos humanos. Por lo tanto estaría permitido afirmar que la historia tiene una función social en cuanto a su satisfacción de la necesidad de los grupos humanos de conocerse a sí mismos[1].
Ibn Jaldûn dijo:
El arte de la historia es uno de los artes que circulan entre las naciones y las generaciones, y es un arte que se viaja para adquirirlo, aspiran a conocerlo la plebe y los tontos, compiten para adquirirlo los reyes, y lo entienden de manera igual los sabios y los ignorantes. Pues, aparentemente no es sino informaciones sobre los acontecimientos y los Estados y las eras antiguas, sobre los que se dicen muchas cosas y se dan los ejemplos, y es un tema divertido en las reuniones cuando hay celebraciones. También nos muestra la condición variable de la gente, cómo los Estados se expandieron y poblaron la tierra hasta que vino su hora de irse y desaparecer. Y en su profundo [i.e. en el profundo de la historia para los eruditos] hay reflexión, verificación, explicación precisa de las creaturas y sus principios, y es una ciencia profunda sobre los modos de los incidentes y sus motivos. Por lo tanto es una parte antigua e indispensable de la sabiduría y merece ser considerada una de sus ciencias[2].
Por otra parte, la ciencia de la historia fue definida como:
Saber las condiciones de los grupos, sus países, sus costumbres, los hechos de sus individuos, sus ascendientes, sus fechas de muerte, etc. Y su tema son las condiciones de los antepasados de los profetas, los Auliâ’ (Plural de Ualî) [piadosos], los científicos, los sabios, los reyes, los poetas, etc. Su objetivo es reflexionar sobre las condiciones anteriores. Su beneficio es aprender de aquellas condiciones, considerarlas como un consejo y ganar experiencia meditando en las condiciones variables del tiempo. Eso es para evitar caerse en los perjuicios [cometidos anteriormente] contados por la historia y conseguir los beneficios que ésta transmitió. Es una ciencia que da edad adicional a quien reflexiona sobre ella, y le facilita conseguir en su propia tierra los mismos beneficios que logran los viajantes[3].
La ciencia de la historia islámica se caracterizó por su originalidad e independencia, porque brotó desde dentro de la sociedad islámica en cumplimiento de las necesidades y los objetivos de esta sociedad. No era una sombra de lo que los demás poseían o una copia de sus hechos históricos y sus ideas sobre éstos. La historia islámica surgió, también, para satisfacer el sentimiento religioso de los historiadores y perfeccionar las ciencias religiosas. El calendario de la hégira fue la base que la historia islámica adoptó en la registración de sus incidentes y en la determinación de sus tiempos[4].
Los árabes en la Yâhilîah [era preislámica] y en los comienzos del Islam guardaban la historia en sus memorias y no la registraban. Y eso no fue por su analfabetismo sino por su preferencia de la memorización a la escritura, ya que la habilidad de escribir no daba más superioridad en la sociedad a quien la tenía que la habilidad de memorizar. Así, la primera historia de los árabes –consistente en los accidentes, los días y los Gazauât (Plural de Gazuah)- estaba guardada en la memoria y pronunciada repetidamente por sus lenguas. Pero después de que los árabes musulmanes se alejaron de su ambiente y se extendieron en la tierra para conquistar las tierras de pueblos que no hablaban su lengua, su habilidad de memorizar se debilitó y apareció la necesidad de la registración. Así, a los finales del segundo siglo de la Hégira los musulmanes necesitaban urgentemente verificar y transmitir los Hadîces del Profeta (sallal-lâh ‘alaihi wa sal-lam), las biografías y las condiciones. Eso fue el comienzo de la registración de la historia islámica. Sin embargo, la registración en la historia islámica no se extendió sino cuando los habitantes de los países conquistados comenzaron a abrazar el Islam y aprender la lengua árabe. Pues su civilización anterior les ayudaba a saborear la historia. Por eso la mayoría de los primeros historiadores en el Islam eran de los no árabes[5].
Se puede decir que los estudios históricos islámicos al comienzo se basaron en Sîrah (la biografía) del Profeta (sallal-lâh ‘alaihi wa sal-lam), las noticias de sus Gazauât, los Compañeros (que Al-lâh Está complacido con él) que participaron en ellas, y la emigración de los primeros musulmanes a Abisinia y después a Medina. La Meca y Medina eran el centro principal de la actividad de este movimiento histórico.
Los historiadores, tanto como los especialistas en las ciencias del Hadîz, dependían de las narraciones verbales, lo que indica que la historia islámica tuvo al comienzo el mismo método de la ciencia del Hadîz. De este modo, la noticia histórica tenía la cadena consecutiva de narradores, lo que es conocido como Sanad o Isnâd; y después el texto de la cita, el cual se llama Matn. De esta forma los libros de las Gazauât y la Sîrah se consideran los libros más antiguos que reúnen el Hadîz y la historia. El motivo de cuidarlos fue el interés de los musulmanes en los dichos del Profeta (sallal-lâh ‘alaihi wa sal-lam) y sus hechos para seguir su guía y dependerse de ellos.
De esta forma aparecieron dos estilos en la registración de la historia para los musulmanes, el primero: es el estilo de los especialistas en las ciencias del Hadîz, el cual apareció claramente en la Sîrah profética que surgió en Medina y cuyo estilo se distinguía por mencionar la cita acompañada con su Isnâd. En cuanto al segundo estilo: es el estilo de los historiadores distinguido por dar una imagen completa sobre el incidente histórico, mencionar los detalles y narrar la poesía y los discursos. Este estilo apareció en Kufa. Después apareció un método que mezcla los dos estilos. Aparte de eso, aparecieron otras escuelas de historia distinguidas por dedicarse a los temas relacionados con las batallas, las conquistas islámicas y el estudio de los linajes.
De los historiadores más famosos: Abân ibn ‘Uzmân ibn ‘Affân[6], Muhammad ibn Shihâb Az-Zuhrî, Ibn Ishâq[7] ‘Auânah ibn Al Hakam Al Kalbi[8], Saif ibn Omar Al Kufi[9] y Al Madâ’ini[10], quien se considera uno de los historiadores más importantes, porque dependía más del Isnâd y seguía el método de los especialistas en el Hâdîz en criticar las narraciones, verificarlas y organizarlas.
Los métodos de la escritura histórica más importantes para los musulmanes se representan en lo siguiente:
A-Libros de la Sîrah profética y las Gazauât del Profeta (sallal-lâh ‘alaihi wa sal-lam):
El interés de los musulmanes en los dichos del Profeta (sallal-lâh ‘alaihi wa sal-lam) y en sus hechos - para seguir su guía y dependerse de ellos en la Sharî‘ah islámica y en los sistemas administrativos- incitó a los escritores a escribir libros sobre la Sîrah del Profeta (sallal-lâh ‘alaihi wa sal-lam). Y se puede clasificar a los narradores de la Sîrah y sus libros según cronológicamente en tres niveles:
El primer nivel: De sus historiadores más destacados: ‘Uruah ibn Az-Zubair ibn Al ‘Aûâm y era Tâbi‘î (Falleció 92 de la Hégira), Abân ibn ‘Uzmân ibn ‘Affân, quien dejó hojas que albergaban informaciones sobre la vida del Profeta (sallal-lâh ‘alaihi wa sal-lam), y Shurahbîl ibn Sa‘d[11].
El segundo nivel: Entre sus historiadores se encuentran Muhammad ibn Muslim ibn Shihâb Az-Zuhri, quien se considera uno de los historiadores de las Gazauât y de la Sîrah más grandiosos.
El tercer nivel: De los más destacados en este campo: Muhammad ibn Ishâq, y a él se atribuyen los libros de Sîrah más antiguos que recibimos.
B-Los libros de las clases (de los eruditos):
Desde una era muy temprana la cultura de la historia islámica conoció los libros de las clases (de los eruditos), los cuales están relacionados con la registración del noble Hadîz y su documentación. Eso condujo a fijarse en los Asânîd (Plural de Isnâd) de los Hadîces, en las condiciones de los narradores, lo que a su vez llevó al nacimiento de la idea de las clases (de los eruditos).
Es que los especialistas en las ciencias del Hadîz tenían que poner criterios que permiten la aprobación y la corrección del texto del Hadîz del Profeta (sallal-lâh ‘alaihi wa sal-lam). Estos criterios fueron basados en el lado moral de los narradores y en el nivel de su sinceridad y piedad, aparte de que agregaron una exploración del ambiente familiar de los narradores y la naturaleza de su relación con el Profeta (sallal-lâh ‘alaihi wa sal-lam), el tiempo que pasaron con él, y su relación con sus Compañeros cercanos o con sus Califas Ejemplares. También enfocaron si había habido un encuentro real o posible entre ellos. Asimismo procuraron saber la fecha de nacimiento y fallecimiento de cada uno de los narradores mencionados en el Isnâd.
De esta forma el Isnâd en el Hadîz fue un motivo de la aparición de las biografías que albergan detalles sobre cada uno de los hombres del Sanad. Debido a que se debía organizar a aquellos hombres en clases jerárquicas, enfocar la contemporaneidad, y las relaciones comunes, la naturaleza de aquellas relaciones procurando llegar con el Isnâd a la fuente, la cual es el Profeta (sallal-lâh ‘alaihi wa sal-lam). Por eso nació la idea de las clases, la cual presentó a los narradores bajo varias clasificaciones[12].
Después apareció el tema de las clases en varios campos, de los cuales: los libros de las clases de los especialistas en las ciencias del Hadîz, las clases de los memorizadores, las clases de los alfaquíes, las clases de los Shafi‘îtas, las clases de los Hanbalîtas, las clases de los recitadores, las clases de los especialistas en el Tafsîr, las clases de los sufíes, las clases de los poetas, las clases de los gramáticos y las clases de los médicos. De los libros de clases más famosos son At-Tabaqât Al Kubrâ, escrito por Muhammad ibn Sa‘d Az-Zuhri[13], Tabaqât Ash-Shu‘arâ’, escrito por Muhammad ibn Salâm Al Yumah[14], Tabaqât Al Atibbâ’, escrito por Ahmad ibn Abi Usaibi‘ah (Falleció 668 de la Hégira) Y otros.
C-Los libros de las biografías:
Son libros que cuentan de una forma enciclopédica la vida de la gente famosa que tienen fama en su campo de especialización. Se dedica a los ‘Ulamâ’ (eruditos), científicos, literarios, líderes, califas, etc. De los libros más famosos al respecto: (Mu‘yam Al Udabâ’) escrito por Yâqût Al Hamaui (Falleció 626 de la Hégira), (Asd Al Gâbah Fi Ma‘rifat As-Sahâbah) escrito por Ibn Al Azîr, (Uafiât Al A‘iân), escrito por Ahmad ibn Muhammad ibn Ibrâhîm ibn Jil-likân (Falleció 681 de la Hégira), que es uno de los libros más famosos dedicados a las biografías y uno de los más perfeccionados y correctos, (Fauât Al Uafiât), escrito por Ibn Shâkir Al Kutubi[15] y (Al Uâfî Bil Uafiât), escrito por Salâh Ad-Dîn Jalîl As-Safadî[16].
D- Los libros de las conquistas:
Son los que se dedican a las conquistas de los Estados y de las regiones; como (Futûh Misr Ua Al Magrib Ua Al Andalus) escrito por Ibn ‘Abdul Hakam (Falleció 257 de la Hégira), (Futûh Al Buldân), escrito por Al Balâdhiri[17], (Futûh Ash-Shâm), escrito por Al Uâqidi[18].
E-Libros de genealogía:
Se dedican a los linajes de los árabes y sus raíces. Los árabes tenían pasión por esta ciencia debido al fanatismo tribal arraigado en ellos antes del Islam. De los genealogistas más famosos: Muhammad ibn As-Sâ’ib Al Kalbi, el escritor del libro llamado (Yamharat An-Nasab), y Mus‘ab Az-Zubairi[19], el autor del libro llamado (Nasab Quraish). También es famoso el libro llamado (Yamharat Ansâb Al ‘Arab) escrito por Ibn Hazm Al Andalusi.
F-Los libros de historia local:
Son los libros históricos dedicados a la historia de un cierto país con muchos detalles. De los más famosos: el libro llamado (Ulât Misr Ua Qudâtiha) escrito por Abu Omar Al Kindi[20], y el libro llamado (Târîj Bagdâd), escrito por Al Jatîb Al Bagdâdi, (Tarîj Dimashq) en 80 tomos, escrito por ‘Ali ibn Al Hasan ibn ‘Asâkir, el libro llamado (Al Baiân Al Mugrib Fi Ajbâr Al Magrib), escrito por Ibn ‘Idhâri[21] y el libro llamado (An-Nuyûm Az-Zâhirah Fi Mulûk Misr Ua Al Qâhirah) escrito por Yamâl Ad-Dîn Yûsuf ibn Tagrîbirdi Al Atâbikî[22] (Falleció 874 de la Hégira).
G-Libros de historia general:
Los intereses de los historiadores se extendieron, de modo que aparecieron al lado de las biografías otros libros más amplios y comunes llamados “los libros de historia general”, los cuales se dedican a escribir la historia en orden cronológico. En ellos el historiador registraba la historia de la humanidad desde el comienzo de la creación pasando por los Mensajes Celestiales antes del Islam, la historia de la Yâhilîah, la era del Profeta (sallal-lâh ‘alaihi wa sal-lam), los Califas Ejemplares y hasta la historia islámica posterior. De los escritores más famosos de este tipo: Muhammad ibn Yarîr At-Tabari, el autor del libro llamado (Târîj Ar-Rusul Ua Al Mulûk) conocido como (Târîj At-Tabari), y el libro llamado (Murûy Adh-Dhahab Ua Ma‘âdîn Al Yauhar) escrito por Al Mas‘ûdi, el cual es un libro de carácter enciclopédico. También de los libros famosos son el libro de (Al Kâmîl Fî At-Târîj), conocido como (Târîj ibn Al Azîr), escrito por ‘Iz Ad-Dîn ibn Al Azîr, y este libro se considera una de las fuentes más confiables de la historia islámica, (Al Bidâiah Ua An-Nihâiah) de Ibn Kazîr, el libro llamado (Al ‘Ibâr Ua Diuân Al Mubtada’ Ua Al Jabar Fi Aiâm Al ‘Arab Ua Al Ayam Ua Al Barbar Ua Man ‘Âsarahum Min Dhaui As-Sultân Al Akbâr) famoso como (Târîj Ibn Jaldûn), escrito por Abu Zaid ‘Abdur-Rahmân ibn Muhammad ibn Jaldûn[23].
Sin embargo, hay otros tipos de la escritura histórica que algunos historiadores los hicieron alcanzar casi mil tipos de la escritura histórica. Adh-Dhahabi mencionó de ellos 40 tipos como: la Sîrah profética, las historias de los profetas, la historia de los Compañeros (que Al-lâh Está complacido con él), los califas, los reyes, los Estados, los ministros, los príncipes, los alfaquíes, los recitadores del Corán, los que lo memorizaban, los especialistas en las ciencias del Hadîz, los historiadores, los gramáticos, los literatos, los lingüistas, los poetas, los devotos, los piadosos, los sufíes, los jueces, los gobernadores, los maestros, los exhortadores, los nobles, los médicos, los filósofos y los tacaños[24].
Franz Rosenthal[25] dijo:
Sin duda que la cantidad de los libros históricos islámicos es grande, y que los anales bizantinos son estrechamente relacionados con los islámicos, pero la historia islámica se distingue de la bizantina por su gran variedad y su inmensa cantidad. La verdad es que dudo que haya un lugar en la historia antigua que tuviera tan libros históricos que los de los musulmanes. Los libros históricos de los musulmanes quizá equivalgan en su cantidad a los libros griegos y latinos. Pero estoy seguro de que su cantidad supera los libros de Europa y del Medio Oriente en la era medieval. Sin duda que no era posible ocultar su alta importancia en el movimiento literario islámico a los que estaban en contacto con los árabes de los científicos europeos, pero aquellos científicos se dedicaban a las ciencias, a la filosofía y a la teología. Como sus rivales musulmanes ordinarios, no aceptaron someterse a tal grado de afirmar la existencia de libros históricos[26].
[1] Qâsim ‘Abduh Qâsim, Ar-Ru’iah Al Hadârîah Liltârîj, Pág. 9
[2] Ibn Jaldûn, Al ‘Ibar Ua Diuân Al Mubtada’ Ual Jabar, 1/3-4.
[3] Al Qanûyi, Abyad Al ‘Ulûm, 2/137-138.
[4] Véase, Rosenthal, ‘Ilm At-Târîj ‘Ind Al Muslimîn, pág. 267. Y Ahmad Amîn, Fayr Al Islâm, págs. 156-162.
[5]‘Abdul Mun‘im Mâyid, Târîj Al Hadârah Al Islâmîah Fi Al ‘Usûr Al Ustâ, págs. 211-212.
[6] Abân ibn ‘Uzmân ibn ‘Affân: Es Abân ibn ‘Uzmân ibn ‘Affân Al Umaui Al Qurashi (Falleció 105 de la Hégira / 723 d.C.), el primero que escribió sobre la Sîrah profética. Es el hijo del califa ‘Uzmân (que Al-lâh Está complacido con él), nació y falleció en Medina. Véase Ibn Hayar, Tahdhîb At-Tahdhîb 1/84.
[7]Ibn Is-hâq: Es Muhammad ibn Is-hâq ibn Iasâr Al Matlabi (Falleció 151 de la Hégira / 768 d.C.) Era de los historiadores árabes más antiguos, y era de Medina. De sus libros más famosos: As-Sirah An-Nabauîah, refinado por Ibn Hishâm. Véase Ibn Jil-likân, Uafiât Al A‘iân, 4/276-277.
[8] ‘Auânah Al Kalbi: Es Abu Al Hakam ‘Auânah ibn Al Hakam ibn ‘Auânah ibn ‘Iâd (Falleció 147 de la Hégira/764 d.C.) Era erudito historiador y uno de los elocuentes. Escribió un libro llamado “At-Târîj” y otro “Siar Mu‘âuiah Ua Bani Umaîah” y otros. Véase Adh-Dhahabi, Siar A‘lâm An-Nubalâ’ 7/201.
[9]Saif ibn Omar: Es Saif ibn Omar Al Usdi Al Kûfi (Falleció 200 de la Hégira/ 815 d.C.) Era escritor de biografías, se volvió famoso y falleció en Bagdad. De sus libros “Al Yumal” “Al Futûh Al Kabîr”. Consulte Ibn Hayar, Tahdhîb At-Tahdhîb 2/259.
[10]Al Madâ’ini: Es Abu Al Hasan ‘Ali ibn Muhammad ibn ‘Abdul-lâh (135-225 de la Hégira/ 752-840 d.C.), narrador e historiador, y tiene muchos libros. Era de Basora. De sus libros “Ajbâr Quraish”. Véase Adh-Dhahabi, Siar A‘lâm An-Nubalâ’ 10/400-402.
[11]Shurahbîl ibn Sa‘d: Es Shurahbîl ibn Sa‘d Al Jitami Al Madani (Falleció en 123 de la Hégira/ 740 d.C.) Especialista en las Gazauât y en las biografías de los participantes en la Gazuah de Badr. Emitía Fatuas y narraba el Hadîz, pero sus narraciones son tachadas de algo de debilidad. Véase Ibn Hayar, Tahdhîb At-Tahdhîb 4/282.
[12] Véase, Muhammad Jair Mahmûd Al Biqâ‘i, At-Ta’lîf Fi Tabaqât Al Mâlikîah Fi At-Turâz Al ‘Arabi…Dirâsah Târijîah Uasfîah, págs. 258-259.
[13] Ibn Sa‘d: Es Abu ‘Abdul-lâh Muhammad ibn Sa‘d ibn Manî‘ Az-Zuhri (168-230 de la Hégira/ 784-845 d.C.) Historiador de confianza y de los memorizadores del Hadîz. Nació en Basora y falleció en Bagdad. De sus libros más famosos. At-Tabaqât Al Kubrâ. Véase, Ibn Hayar, Tahdhîb At-Tahdhîb 9/161.
[14]Al Yumahi: Es Abu ‘Abdul-lâh Muhammad ibn Salâm Al Yumahi (150-232 de la Hégira/ 767-846 D.C.) Era eminente en la literatura, y era de Basora y falleció en Bagdad. De sus libros más famosos (Tabaqât Fuhûl Ash-Shu‘arâ’) Véase, Yaqût Al Hamaui, Mu‘yam Al Udabâ’, Pág. 2541.
[15] Ibn Shâkir Al Kutubi: Es Salâh Ad-Dîn Muhammad ibn Shâkir Ad-Dimashqi (Falleció 764 de la Hégira/1363 d.C.) Historiador, investigador y literato. Nació y falleció en Damasco. De sus libros más famosos (Fauât Al Uafiât). Véase, Ibn Al ‘Imâd, Shadharât Adh-Dhahab 6/203-205.
[16]As-Safadi: Es Salâh Ad-Dîn Jalîl ibn Aibak ibn ‘Abdul-lâh (696-764 de la Hégira/ 1296-1363 d.C.) Era literato e historiador. Nació en Safad (Palestina). Fue encargado de la Cancillería en Safad, Egipto y Alepo. Después fue encargado de Bait Al Mâl (el tesoro público) en Damasco y allí falleció. De sus libros: (Al Uâfi Bil Uafiât). Véase, Shadharât Adh-Dhahab 6/200-203.
[17] Al Balâdhirî: Es Ahmad ibn Yahia ibn Yâbir ibn Dâûd (Falleció 279 de la Hégira/892 d.C.) Era historiador, geográfico y genealogista y escribió poesía. Era de los habitantes de Bagdad. De sus libros más famosos: “Futûh Al Buldân”. Véase Adh-Dhahabi, Siar A‘lâm An-Nubalâ’ 16/36.
[18] Al Uâqidi: Es Abu ‘Abdul-lâh Muhammad ibn Omar ibn Uâqid As-Sahmi (130-207 de la Hégira/ 747 - 823 d.C.) Era de los historiadores más antiguos en el Islam y de los memorizadores del Hadîz, y de sus libros (Al Magâzi An-Nabauîah). Véase, Adh-Dhahabi, Siar A‘lâm An-Nubalâ’ 4/348-350.
[19]Mus‘ab Az-Zubairi: Es Abu ‘Abdul-lâh Mus‘ab ibn ‘Abdul-lâh ibn Mus‘ab (156-236 de la Hégira/ 773-851 d.C.) Era genealogista, de conocimiento abundante de la historia, de confianza en el Hadîz y poeta. De sus libros (Nasab Quraish). Véase, Al Asfahâni, Shadharât Adh-Dhahab 2/86-87.
[20]Abu Omar Al Kindi: Es Abu Omar Muhammad ibn Yûsuf ibn Ya‘qûb (283-355 de la Hégira/896-966 d.C.) Era historiador y uno de los que más sabían sobre la historia de Egipto, su pueblo, sus provincias y fronteras. De sus libros más famosos (Al Ulâh Ua Al Qudâh), Véase, Az-Zarkali, Al A‘lâm 7/148.
[21]Ibn ‘Idhâri: Es Abu ‘Abdul-lâh Muhammad o Ahmad ibn Muhammad Al Marâkishi (Falleció (alrededor de) 695 de la Hégira / 1295 d.C.) Es historiador de origen andalusí de los habitantes de Marruecos. Véase, Az-Zarkalî, Al A‘lâm 7/95.
[22]Ibn Tagrîbirdi Al Atâbikî: Es Abu Al Mahâsîn Yamâl Ad-Dîn Yûsuf ibn Tagrîbirdi (813-874 de la Hégira / 1410-1470), historiador e investigador. Era de los habitantes de El Cairo; nació y murió allí. De sus libros: “An-Nuyûm Az-Zâhirah Fi Mulûk Misr Ua Al Qâhirah”, véase, Ibn Al ‘Imâd, Shadharât Adh-Dhahab 2/100.
[23]Rahîm Kâdhim Muhammad Al Hâshîmi y ‘Auâtif Muhammad Al ‘Arabi, Al Hadârah Al ‘Arabîah Al Islâmîah, págs. 179-181. Hikmat ‘Abdul Karîm Furaihât e Ibrâhîm Iâsîn Al Jatîb, Madjal Ila Târîj Al Hadarah Al ‘Arabîah Al Islâmîah, pág. 111.
[24]Véase Rosenthal, ‘Ilm At-Târîj ‘Ind Al Muslimîn (History of Muslim Historiography), págs. 518-522.
[25] Franz Rosenthal: (1914-1975 d.C.) orientalista estadounidense de origen alemán, lector en varias universidades mayores. Escribió “‘Ilm At-Târîj ‘Ind Al Muslimîn” [Historia de la historiografía musulmana]
[26] Ibíd. págs. 269-270.
Comentarios
Envíe su comentario