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En la creencia del Islam el mundo no es sin Dueño, sino que tiene un solo Rey, Quien Es su Creador, Fabricante, Gobernador y Planificador. Y Es también Quien Tiene el derecho de crear y dictaminar las órdenes. Pues, Al-lâh (Glorificado Sea) Dice…
En contraste con las ilusiones y los desvíos de la visión ideológica de las naciones anteriores, y ante la mentalidad del mundo el día en el que el Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) fue enviado, sobresalió la contribución de los musulmanes con la creencia del Tauhîd, la cual se considera el don del Islam a la humanidad, que no recibió ni recibirá otro igual hasta el Día de la Resurrección.
Pues, en la creencia del Islam el mundo no es sin Dueño, sino que tiene un solo Rey, Quien Es su Creador, Fabricante, Gobernador y Planificador. Y Es también Quien Tiene el derecho de crear y dictaminar las órdenes. Al-lâh (Glorificado Sea) Dice [traducción del significado]: {¿Acaso no Le pertenece la creación y Él Es Quien dictamina las órdenes según Le place?}[1] Nada pasa en este mundo sino según Su Orden y Poder, y el motivo verdadero de Su existencia es Su Deseo y Poder, y todo este universo es totalmente sometido a Él, Le obedece y sigue Su orden. Al-lâh Dice [traducción del significado]: {Siendo que quienes están en los cielos y en la Tierra se someten a Él}[2] Además, las criaturas que poseen voluntad y opción tienen que someterse a Él, Al-lâh (Glorificado Sea) Dice [traducción del significado]: {¿Acaso no se Le debe rendir a Al-lâh el culto sincero? [3]}[4].
Debido a que Al-lâh (Glorificado Sea) Es Quien Creó todo el universo y a todos los siervos, Él Es el Único a Quien toda la gente tiene que adorar. El Islam aclaró la prueba irrefutable de que Al-lâh (Glorificado Sea) Es quien Creó todo el mundo y de que no hay otro dios fuera de Él, Al-lâh Dice en el marco de mencionar la evidencia racional y lógica [traducción del significado]: {Si hubiese habido en los cielos y en la Tierra otras divinidades aparte de Al-lâh, éstos se habrían destruido}[5]. También Desafió a la gente con fuerza diciendo [traducción del significado]: {Mostradme a aquellos [ídolos] que Le atribuisteis. No es posible [que Al-lâh Tenga copartícipes], pues Él Es Poderoso, Sabio.}[6] .
La verdad es que esta lógica era muy convencible a tal grado que los habitantes de la Tierra la recibieron con satisfacción y convención, y mucha gente abrazó la religión de Al-lâh (Glorificado Sea). En este sentido, está equivocado quien piensa que debido a que los árabes musulmanes se extendieron en el mundo y eran muchos, tanto el Islam como la creencia del Tauhîd se divulgaron. También está equivocado quien piensa que los árabes musulmanes forzaron a la gente para abrazar el Islam y creer en el Tauhîd con la fuerza de la espada y del arma, y pues vamos a consultar la historia del mundo para saber dónde reside la verdad...
Los árabes musulmanes eran minoría, y su armamento también era débil cualitativa y cuantitativamente. Además, sus capacidades económicas y militares eran muy simples. Y a pesar de todo eso, el mundo aceptó en aquel tiempo renunciar a la religión de las naciones y civilizaciones fuertes y modernas y abrazar la religión de esta minoría diminuta.
Quizá surja la pregunta siguiente: ¿Por qué ocurrió eso? ¿Y a qué debía esta aceptación?
La respuesta radica en que es una religión convencible y es una creencia que coincide totalmente con la naturaleza innata y con la lógica. Es aquella creencia que Al-lâh (Glorificado Sea) Inculcó a la gente, la cual consiste en adorar al Único, sin socios ni rivales.
Y ahora podemos preguntarnos:
¿Quién obligó a los árabes a abrazar el Islam desde un comienzo pese a que el Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) y sus Compañeros (que Al-lâh Esté complacido con ellos) eran muy pocos y débiles?
¿Quién forzó a los egipcios a abrazar el Islam? ¡¿Acaso pudieron ocho mil soldados forzar a un pueblo antiguo como el de Egipto cuyo número traspasó en el tiempo de la conquista ocho millones de habitantes?! Y eso teniendo en cuenta que Egipto estaba bajo la ocupación bizantina, y el Imperio bizantino estaba en el auge de su fuerza en aquel tiempo.
¿Quién forzó a los persas, que eran muchísimos y tenían una historia muy antigua para renunciar al culto de los años y abrazar el Islam?
¿Quién obligó a los pobladores del norte de África, Al-Ándalus, Afganistán, Pakistán, Malasia e Indonesia, los turcos y otros, a abrazar el Islam?
¿Quién fuerza a todo el mundo ahora a abrazar el Islam a pesar de que todos atestiguan que los musulmanes están mucho más débiles que los otros? Encima, no es una simple conversión al Islam, sino que el Islam es la religión de crecimiento más rápido en el mundo ahora.
Así, la verdad indiscutible es que la evidencia de Al-lâh (Glorificado Sea) es irrefutable y la religión de Al-lâh (Glorificado Sea) es impecable. Por eso, nadie lee sobre ella o la conoce sin llegar a saber que es la verdad, tanto si lo abraza como si no.
La otra verdad es que el efecto de la contribución de los musulmanes a aquella perspectiva dogmática no se reduce solamente a quien abrazó el Islam, sino que benefició a los que no son musulmanes –como se explicará después- en cuanto a la claridad de la visión ideológica verdadera para ellos en el aspecto del Tauhîd.
Es evidente que el primer efecto mental que resulta de esta creencia sobre el hombre, es el hecho de que todo el mundo pertenece a un solo centro y sistema, y el hombre ve en sus partes dispersas una obvia relación y una ley unificada. Y después de esta creencia, el hombre puede tener una interpretación completa de la vida, pensar y actuar en este universo con prudencia y perspicacia[7].
Sin duda alguna, tener fe en una Deidad Única y Poderosa libera el pensamiento de la turbulencia del politeísmo, que no coincide con la naturaleza innata recta. También, libera las fuerzas del alma y del cuerpo que tienen fe en Al-lâh (Glorificado Sea), Quien Domina el curso de la vida y del universo, y en Cuyas Manos están los destinos de las criaturas que se encomiendan a Él en su camino hacia el trabajo y la actividad, tranquilos por saber que el universo tiene una Deidad que Ve todo lo que pasa en todas las partes, Recompensa con el bien a quien lo hace y Castiga a quien hace el mal, si no en esta vida mundana, entonces en la Última, de modo que no se pierde la recompensa del bien ni el derecho ante Él[8].
Tampoco cabe duda que el efecto más importante de esta creencia en la sociedad aparece cuando queremos fundar una sociedad limpia, dominada por la justicia y la virtud, una sociedad en la que desaparece el crimen, predomina la tranquilidad y cuyos individuos se colaboran en hacer todo lo que le trae el bien. Así, si queremos lograr eso, debemos establecer la sociedad a base de la creencia islámica, la cual es el primer pilar para la construcción de la sociedad. Así educó el Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) a sus Compañeros (que Al-lâh Esté complacido con ellos), de modo que creó una sociedad noble, que dio lugar a la nación islámica que dominó todo el mundo del este al oeste.
El Abu Al Hasan An-Nadaui dijo:
Se resolvió el nudo mayor, éste es el Shirk y la incredulidad, y a consecuencia de eso se resolvieron todos los nudos. Pues, el Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) ejecutó su primer Yihâd en contra de ellos, y por lo tanto no necesitó realizar un Yihâd por cada orden y prohibición. El Islam venció la Yâhiliah (se refiere a la época pre-islámica y a todo lo que implica de ignorancia) en la primera batalla, y a partir de eso triunfó en todas las batallas. Se reveló la prohibición del vino, así que la orden de Al-lâh (Glorificado Sea) lo impidió a sus labios sedientos e hígados anhelosos de beberlo. ¡Así, fueron rotas las cubas del vino y se derramaron en las calles de Medina! Una sola palabra arrancó una costumbre arraigada en la gente y heredada de generación en generación. Se reveló la aleya en la que Al-lâh (Glorificado Sea) Dice [traducción del significado]: {¿Acaso no vais a absteneros?}[9], a lo que ellos respondieron: “¡Oh Señor nuestro! ¡Nos abstenemos!”. Y a pesar de que Estados Unidos intentó prohibir el vino y utilizó todos los medios civilizados y modernos como las revistas, los diarios, las conferencias, las imágenes y el cine para clarificar sus perjuicios, gastó más de 60 millones de dólares para luchar contra él, imprimió cerca de 10 billones de hojas, gastó casi 250 millones de dólares para ejecutar la ley, sentenció a la pena de muerte a 300 almas, encarceló a más de un medio millón de personas y confiscó propiedades por cerca de 404 millones de dólares, el pueblo estadounidense insistió en consumir más vino. Esto obligó al gobierno a permitirlo en el año 1933 d. C. por un motivo muy simple, lo cual es: obedecer las órdenes no surgió de una creencia[10].
Así, queda claro que la civilización islámica proporcionó al hombre una creencia pura, convencible, incentiva y que anima a vivir. Por consiguiente, se liberó de todo miedo y temor sino los que tiene a Al-lâh (Glorificado Sea). Y supo con certeza que Él Es el Único Que Puede perjudicar y beneficiar, dar y privar, y sostener a los hombres. Por lo tanto, todo el mundo tuvo otro concepto desde su punto de vista debido a este nuevo conocimiento y descubrimiento. Y el humano se volvió protegido de todo tipo de esclavitud y se liberó de todo tipo de temor y esperanza en cualquier ser humano y de todo lo que desconcentra la mente y perturba las ideas. Pues, sintió su singularidad dentro de esta multitud y se consideró a sí mismo el ser más digno creado por Al-lâh (Glorificado Sea), el jefe de la tierra, el representante de Al-lâh (Glorificado Sea) en ella que obedece a su Señor y Creador y aplica Sus Órdenes. Mediante eso logra el honor humano grandioso y la gloria humana eterna, de los que la vida estaba desprovista desde hace mucho tiempo.
Es la civilización islámica que otorgó a la humanidad este tesoro valioso, el cual es la creencia del Tauhîd, que era desconocida, marginada y oprimida más que cualquier otra creencia en el mundo. Después, todo el mundo se benefició de ella, y se influyeron por ella, mucho o poco, las filosofías y todos los llamamientos mundiales. Así, algunas religiones grandes que se basaron en el Shirk y en la multitud de los dioses, y que se mezclaron con ello hasta el fondo, reconocieron –aunque sea en voz baja - que Al-lâh (Glorificado Sea) Es Único sin socios, y fueron obligadas a interpretar sus creencias idólatras de una forma filosófica para liberarlas de la acusación del Shirk y de la invención de Bida‘[11] y hacerlas parecidas a la creencia islámica del Tauhîd. De este modo sus hombres y defensores comenzaron a tener vergüenza de reconocer su Shirk y de mencionarlo. En consecuencia, estos sistemas basados en el Shirk se afectaron por el complejo de inferioridad, la humillación y la degradación. Por lo tanto, el Tauhîd fue la otorgación más valiosa que alegró a la humanidad gracias a las contribuciones de la civilización islámica y la misión del Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam)[12].
[1][Corán 7:54].
[2][Corán 3:83].
[3][Corán 39:3]
[4] Abu Al Hasan An-Nadaui, Al Islam Ua Azaruh ‘Ala Al Insâniah, pág. 21.
[5][Corán 21:22].
[6][Corán 37:27].
[7]Abu Al Hasan An-Nadaui, Al Islam Wa Azaruh ‘Ala Al Hadarah wa Fadluh ‘Alah Al Insâniah, Pág. 22.
[8]Yamâl Fauzi, Ma‘âlim Al Hadârah Al Islâmiah, pág. 16.
[9][Corán 5:91].
[10]Abu Al Hasan An-Nadaui, Mâdhâ Jasira Al ‘Âlam Binhitât Al Muslimîn, pág. 90, y la margen en pág. 68.
[11]Inventar adoraciones nuevas en la religión que el Islam no ordena
[12]Abu Al Hasan An-Nadaui, Al Islam Ua Azaruh Fi Al Hadârah Ua Fadluh ‘Alâ Al Insâniah, págs. 21-24.
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