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Lo primero que llama la atención en el Libro de Al-lâh (Glorificado Sea) es que todas las suras, salvo la de At-Taubah (El arrepentimiento), comienzan por la frase de “En el Nombre de Al-lâh”, a la cual se agregaron los atributos de “el Misericordioso y el Clemente”;
Lo primero que llama la atención en el Libro de Al-lâh (Glorificado Sea) -que es la constitución de los musulmanes y la fuente más importante de la legislación-, es que todas las suras, salvo la de At-Taubah (El arrepentimiento), comienzan por la frase de “En el Nombre de Al-lâh”, a la cual se agregaron los atributos de “el Misericordioso y el Clemente”. Pues, es obvio para todos que comenzar todas las suras con estos dos atributos, es algo que tiene su indicación clara sobre la importancia de la misericordia en la legislación islámica. También es muy evidente para todos la relación (estrecha) entre (el sentido de) el Misericordioso y el Clemente. Los ‘Ulamâ’ (Pl. de ‘Alim, erudito) tienen muchas explicaciones y varias opiniones en cuanto a la diferencia entre los dos términos[1].
Era posible que Al-lâh (Glorificado Sea) Reuniera el atributo de la misericordia y otro de Sus atributos, como el Glorioso (Al ‘Adhîm), el Sabio (Al ‘Alîm), el que Oye todo (Al Sami‘) o el que Ve todo (Al Basîr); también se podía que Juntara con el Misericordioso otro atributo que lleva un sentido diferente que realiza equilibrio al lector; de modo que no lo domine el atributo de la misericordia, y eso como: el Omnipotente (Al Yabbâr), el Vengador (Al Muntaqîm) o el Invicto (Al Qahhâr). Pero, sin embargo, unir entre estos dos atributos de sentido cercano al principio de cada sura en el Noble Corán, da una impresión muy clara; la cual es que la misericordia precede indiscutiblemente el resto de los atributos, y que tratar con misericordia es el principio que nunca se derrumba ni retrocede frente al resto de los principios.
Lo que confirma este sentido y lo resalta, es que la primera sura que vemos en el orden del Sagrado Corán[2], la cual es Al Fâtihah (La Apertura), comienza por la frase de “En el Nombre de Al-lâh” –donde hay los dos atributos “el Misericordioso” y “el Clemente”– como el resto de las suras; y luego vemos que los dos atributos (el Misericordioso y el Clemente) son repetidos en la misma sura. También comenzar el Sagrado Corán con esta sura en específico, tiene una indicación clara. Y como es sabido, la sura de Al Fâtihah es la sura que el musulmán tiene que recitar en cada Rak‘ah de su oración cada día. Eso significa que cada musulmán repite el término de “el Misericordioso” dos veces por lo menos, y lo mismo vale para el término de “el Clemente”. Así que son cuatro veces donde el siervo recuerda la Misericordia de Al-lâh (Glorificado Sea) en cada Rak‘ah de la oración. Por lo tanto repite el atributo de la misericordia en cada día sesenta y ocho veces a lo largo de 17 Rak‘at (Pl. de Rak‘ah), los cuales representan las obligaciones religiosas sobre el musulmán; de modo que da una buena imaginación de la gran importancia de este atributo grandioso: la misericordia.
Esto nos interpreta muchos Hadices que el Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) mencionó, los cuales describen la Misericordia del Señor del universo. De ellos, está lo que Abu Hurairah (que Al-lâh Esté complacido con él) narró que el Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) dijo: “Prescribió –antes de crear a las criaturas– para Sí mismo en Su Libro, que está junto a Él (lo siguiente): Ciertamente Mi Misericordia precede (sobrepasa) a Mi Ira. Y eso está escrito por encima del Trono.”[3]
Así esto es una clara declaración de que la misericordia es adelantada a la ira, y que la amabilidad es adelantada a la dureza.
Aparte de eso, Al-lâh (Glorificado Sea) Envió al Profeta del Islam, Muhammad (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam), como misericordia para la humanidad y el universo, pues Al-lâh (Glorificado Sea) Dice [traducción del significado]: {Y no te Enviamos [¡Oh, Muhammad!] sino como misericordia para los mundos.}[4]. También clarificó eso en su propia personalidad, y en sus tratamientos tanto con sus Compañeros (que Al-lâh Esté complacido con ellos) como con sus enemigos de modo igual. Hasta que dijo incitando y estimulando a adquirir esta moral y este noble valor: “Al-lâh (Glorificado Sea) no Tiene misericordia de quien no tiene misericordia de la gente.”[5] Y la palabra (gente) es general, la cual incluye a cualquier persona sin tomar en consideración su género o religión. Sobre eso, los ‘Ulamâ’ dijeron: “Esto es general, de modo que alberga tener misericordia de los niños y de los demás.”[6]
Ibn Battâl[7] dijo: “(Este Hadiz) incita a utilizar la misericordia con toda la gente, incluyendo el creyente, el incrédulo y las bestias, sea una propiedad privada o no. También incluye comprometerse a alimentar, dar de beber, aliviar la carga a la gente y no golpear de forma transgresiva.”[8]
También el Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) juró en otro Hadiz diciendo: “Por Aquel en Cuyas Manos está mi alma, Al-lâh no Desciende Su misericordia sino sobre un misericordioso.” Exclamaron: “¡Oh Mensajero de Al-lâh! Todos nosotros tenemos misericordia.” Respondió entonces: “No me refiero a tener misericordia hacia un amigo, sino que con toda la gente.”[9] Así que el musulmán tiene misericordia con toda la gente; sean mujeres, ancianos, musulmanes o no.
También ‘Abdul-lâh ibn ‘Amr narró que el Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) dijo: “Tened misericordia con quien está en la tierra, y Tendrá misericordia de vosotros Quien Está en el cielo.”[10] Y (con quien), incluye a todo quien está en la tierra.
Así es la misericordia en la sociedad islámica; es aquel valor moral y práctico que expresa la compasión del hombre hacia su prójimo. Mejor dicho, es una misericordia que sobrepasa al hombre con todas sus razas y religiones, llegando a los animales, las bestias, las aves y los insectos.
Ya que el Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) anunció que una mujer ingresó al Infierno por ser dura con un gato, de modo que no tuvo misericordia con él. Pues dijo: “Una mujer ingresó al Infierno por un gato que ató, de modo que no le dio de comer ni lo dejó comer de los bichos de la tierra.”[11]
También el Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) declaró que Al-lâh (Glorificado Sea) Perdonó a un hombre que tuvo misericordia con un perro, de modo que le dio de beber acabando con su sed, ya que dijo: “Mientras un hombre caminaba muy sediento, bajó hasta un pozo y bebió de él. Al salir, vio a un perro jadeando y lamiendo el suelo de tanta sed. El hombre dijo: ‘El perro está sufriendo tal como yo sufrí’, por lo que llenó su calzado con agua, y le dio de beber (al perro) hasta que estuvo saciado. Al-lâh lo Alabó, Aceptó esta buena acción y lo Perdonó a causa de ella”. La gente preguntó: “Oh Mensajero de Al-lâh, ¿seremos recompensados por cómo tratamos a los animales?” Respondió: “La recompensa está en todas las criaturas vivas [o sea Al-lâh Recompensa al hombre por tratar bien (dar de comer o beber) a cualquier otra criatura]”[12].
Además, el Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) declaró a Sus Compañeros (que Al-lâh Esté complacido con ellos) que el Paraíso abrió sus puertas a una adúltera, quien tuvo misericordia hacia un perro, puesto que dijo: “Mientras un perro daba vueltas alrededor de un pozo y estaba muy sediento, (pues no podía bajar en el pozo porque si lo hubiera hecho, habría muerto), lo vio una mujer adúltera de los hijos de Israel. Por lo tanto, sacó su calzado, lo llenó con agua y le dio de beber. Por consiguiente, Al-lâh, Enaltecido Sea, la Perdonó a causa de ello.”[13]
Tal vez la persona se ponga extraña, exclamando: ¡Qué tiene que ver el acto de dar de beber a un perro con el crimen del adulterio! Pero la realidad radica tras el acto, la cual es la misericordia en el corazón del hombre, en base a la cual surgen sus hechos y actos, aparte del efecto y el valor de eso en la sociedad humanitaria en general.
También una parte de la misericordia del Islam, es su llamado a tener misericordia con el animal, y no hacerlo tener hambre ni sobrecargarlo fuera de sus posibilidades. Pues, el Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) dijo con mucha misericordia cuando pasó por un camello débil que había perdido mucho peso: “Temed a Al-lâh (Glorificado Sea) en cuanto a estas bestias (que no pueden hablar); así que montadlas y comedlas estando de buen estado físico.”[14]
Un hombre dijo: “¡Oh Mensajero de Al-lâh! Tengo misericordia con la oveja cuando la degüello. Entonces el Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) dijo: “Y si tienes misericordia con la oveja, Al-lâh Tendrá misericordia de ti.”[15]
Por otro lado, el Islam sobrepasa la misericordia con las bestias e incita a tener misericordia con las aves pequeñas que no sirven al hombre tanto como le benefician las bestias. Ash-Sharîd ibn Suaid (que Al-lâh Esté complacido con él) narró que el Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) dijo: “Quien mata a un pájaro en vano; irá a Al-lâh en el Día de la Resurrección diciendo: ¡Oh Señor! Fulano me mató en vano y no por un beneficio.”[16]
También los historiadores narraron que cuando ‘Amr ibn Al ‘Âs (que Al-lâh Esté complacido con él) conquistó Egipto, una paloma estableció un nido en la parte superior de su tienda. Y cuando él quiso partir, la vio; por lo tanto, no quiso molestarla arrancando la tienda, así que la dejó, y después se incrementó la construcción a su alrededor y fue la ciudad de Fustat (la tienda).
Asimismo, Ibn ‘Abdul Hakam[17] narró en cuanto a la biografía del califa ejemplar ‘Amr ibn ‘Abdul ‘Azîz, que prohibió que se obligara al caballo a correr sin necesidad. También, escribió al responsable de transporte ordenándole que no embridara la montura con brida pesada ni la aguijara con punta de hierro. Además, escribió al gobernante de Egipto diciéndole: “Me he enterado de que en Egipto existen cabalgaduras que soportan una carga de 453 kilos, entonces yo te pido que, al recibir mi carta, hagas que soporten como máximo 272 kilos.”[18]
Y así es la misericordia en la sociedad islámica; ya que dominó los corazones de sus individuos, de modo que se ablandan por la condición del débil, les duele la condición del triste, sienten cariño hacia el enfermo y sienten compasión hacia la condición del necesitado, aunque sea animal que no habla. Y a través de estos corazones vivos y misericordiosos, la sociedad se purifica, evita el crimen y se vuelve una fuente de bien, de bondad y de paz hacia lo que la rodea de gente o cosas.
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[1] Ibn Hayar, Fath Al Bâri 13/358-359.
[2] El orden de las Suras del Noble Corán de la forma que tenemos hoy en día fue inspirado por Al-lâh (I) a Su Mensajero (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) a pesar de que las aleyas y las Suras fueron reveladas con un orden diferente. Consulte: Abû ‘Abdul-lâh Az-Zarkashi, Al Burhân Fi ‘Ulûm Al Qur’ân, 1/260.
[3] [Al Bujâri (7115)] [Muslim (2751)] [Al Bujâri (3022)].
[4] [Corán 20: 107].
[5] [Al Bujâri (6941)] [Muslim (2319)].
[6] An-Naûaûi, Al Minhây Fi Sharh Sahîh Muslim Ibn Al Hayyây, 15/77.
[7] Ibn Battâl: Es ‘Ali ibn Jalaf ibn ‘Abdul Malik ibn Battâl, también conocido como Ibn Al-Layyâm. Era de la gente de ciencia, conocimiento, comprensión: y de buena memorización y caligrafía. Explicó Sahîh Al Bujâri en varios volúmenes. Falleció en el año 449 de la Hégira. Consulte: Az-Zarkali, Al A‘lâm 4/85 y Adh-Dhahabi, Siar A‘lâm An-Nubalâ’ 18/47.
[8] Al Mubârkafûri, Tuhfat Al Ahuadhi Bisharh Yâmi‘ At-Tirmidhi, 6/42.
[9] [Musnad Abû Ya‘la (4258)] [Al Baihaqi, Shu‘ab Al Imân (11060)] [Al Albâni: Sahîh, As-Silsilah As-Sahîhah (167)].
[10] [At-Tirmidhi (1924)] [Ahmad (6494)] [Al Hâkim (7274)] [Abû ‘Isa: Hasan Sahîh][Al Albâni: Sahîh, Sahîh Al Yâmi‘ (3522)].
[11] [Al Bujâri (3140)] [Muslim (2619)].
[12] [Al Bujâri (2234)] [Muslim (2244)].
[13] [Al Bujâri (3280)] [Muslim (2245)].
[14] [Abu Dâûd (2548)] [Ahmad (17662)] [Shua‘ib Al Arnaût: Isnad Sahîh] [Ibn Hibbân (546)] [Al Albâni: Sahîh, As-Silsilah As-Sahîhah (23)].
[15] [Ahmad (15630)][Al Hâkim: Isnad Sahîh (7562)] [At-Tabarâni, Al Mu‘yam Al Kabîr (15716)] [Al Albâni: Sahîh, Sahîh At-Tirgîb Uat-Tarhîb (2264)].
[16] [An-Nasâ’i (4446)] [Ahmad (19488)] [Ibn Hibbân (5993)] [At-Tabarâni: Al Mu‘yam Al Kabîr (6/479)] [Ash-Shaukâni, As-Sail Al Yarrâr 4/380].
[17] Ibn ‘Abdul Hakam: (187 – 257 de la Hégira). Es Muhammad ibn ‘Abdul-lâh ibn ‘Abdul Hakam, Abu Al Qâsim. Historiador y alfaquí malikita. Egipcio de nacimiento y fallecimiento. Consulte: Az-Zarkali, Al A‘lâm 3/282.
[18] Muhammad ibn ‘Abdul-lâh ibn ‘Abdul Hazam, Sîrat Omar ibn Abdul ‘Aziz [Biografía de Omar ibn ‘Abdul ‘Aziz]1/141.
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