Short Description
En el Islam, los hijos son la flor de la vida mundana y su adorno; también, son la alegría de las almas. Así, el Islam cuida a los hijos de una forma especial, de modo la Sharî‘ah (Ley islámica) afirmó que tienen derechos y deberes sobre los padres…- Recomendar albriciarse por su nacimiento como está mencionado en la aleya donde Al-lâh (Glorificado Sea) Dice respecto al nacimiento del Profeta Yahia ibn Zakarîa (Juan hijo de Zacarías) (la paz sea con ellos) [traducción del significado]: {Entonces los Ángeles le llamaron cuando oraba en el templo diciendo: Al-lâh te Albricia con el nacimiento de Yahia [Juan], quien corroborará la Palabra de Al-lâh, será noble, casto, y un Profeta virtuoso.}[5] . Y este acto de albriciarse es tanto por el varón como por la hembra de forma igual sin diferencia.
- También pronunciar el Adhân [llamado a la oración] en su oreja derecha, y luego recitar el Iqâmah en su oreja izquierda, siguiendo así el método del Profeta (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam); ya que él realizó el Adhân en la oreja de Al Hasan ibn ‘Ali (que Al-lâh Esté complacido con ellos) al nacer. ‘Ubaidul-lâh ibn Abi Râfi‘ narró que su padre dijo: “Vi al Profeta (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam) recitar el Adhân en la oreja de Al Hasan ibn ‘Ali -Cuando Fâtimah (que Al-lâh Esté complacido con ella) lo dio a luz.[6]
- Asimismo, de los derechos de los hijos al nacer, está la recomendación de hacerles el Tahnîk [pasar dátiles húmedos por su boca][7], así como hizo el Profeta (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam); ya que Abu Mûsa (que Al-lâh Esté complacido con él)[8] dijo: “Tuve un hijo recién nacido, por lo que lo llevé al Profeta (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam), quien lo nombró Ibrâhîm, pasó dátiles húmedos por su boca y suplicó a su favor con la bendición y luego me lo devolvió.”[9]
- También, entre ellos (los derecho), está afeitar la cabeza del recién nacido y dar de limosna lo que equivale al peso (de su cabello) en plata. Y esto tiene beneficios saludables y sociales; ya que de los beneficios saludables, está: abrir los poros de la cabeza y sacar el perjuicio de él, y quizá esto sea una eliminación del cabello débil para que crezca en su lugar cabello fuerte. Y en cuanto al beneficio social; radica en dar en forma de limosna el peso de este cabello en plata, pues esto alberga el sentido de la solidaridad social entre los individuos de la sociedad, lo que alegra a los pobres. Al respecto, Muhammad ibn ‘Ali ibn Al Husain (que Al-lâh Esté complacido con él) narró: “Fâtimah, la hija del Profeta (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam), pesó el cabello de Al Hasan y Al Husain, y dio una limosna lo que equivale a su peso en plata.” [10]
- De los derechos más importantes de los hijos al nacer, destaca recibir un nombre hermoso; puesto que es deber de los padre elegir para el hijo un nombre hermoso con el que se le llame entre la gente, lo cual tranquiliza el alma y produce la tranquilidad en el corazón. Además, el Profeta (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam) odiaba la palabra guerra (Harb) y no le gustaba escucharla, pues fue mencionado en el Hadiz que él (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam) dijo: “Los nombres más queridos para Al-lâh, son: ‘Abdul-lâh y ‘Abdur-Rahmân, los más sinceros son: Hâriz y Hammâm y los más feos, son: Harb (guerra) y Murrah (amarga).”[11]
- También de los derechos de los hijos tras el nacimiento, está ejecutar la ‘Aqiqah, lo cual significa degollar una oveja por el recién nacido el séptimo día de su nacimiento. Y en cuanto a su reglamento islámico, es un acto confirmado de Sunna; el cual expresa un tipo de alegría y felicidad por este recién nacido. El Profeta (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam) fue preguntado sobre la ‘Aqiqah, así que dijo: “A mí, no me gusta el maltratamiento; así que a quién se le nace un bebé y le gusta realizar un rito por él, entonces que ofrende dos ovejas (de la misma edad) por el varón y una oveja por la hembra.”[13]
- Además, de los derechos de los hijos tras el nacimiento, está el amamantamiento, el cual es un proceso que tiene su efecto profundo en la formación corporal, emocional y social en la vida del hombre, desde recién nacido hasta volverse niño. Y eso es lo que la Sharî‘ah abarcó; por lo tanto, la madre tiene que dar de mamar a su hijo durante dos años completos, pues el Islam hizo que esto sea uno de los derechos del niño, pues Al-lâh (Glorificado Sea) Dice [traducción del significado]: {Las madres divorciadas también amamantarán a sus hijos dos años si desean completar la lactancia, y el padre [durante este periodo] tiene la obligación de proveer a la madre de su hijo el sustento diario y la vestimenta de acuerdo a sus recursos.}[14].
- Además, de los derechos de los hijos sobre sus padres, está la custodia y la manutención; ya que la Sharî‘ah obligó a los padres a cuidar a los hijos, proteger su vida y salud y mantenerlos, pues ‘Abdul-lâh ibn Omar narró que el Profeta (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam) dijo: “Todos vosotros sois pastores (guardianes) y responsables de vuestro rebaño (cargo); el Imam es pastor y responsable de su rebaño, el hombre es pastor en cuanto a su familia y responsable de su rebaño, la mujer es pastora en la casa de su marido y responsable de su rebaño y el sirviente es pastor respecto a los bienes de su señor y responsable de su rebaño…”[17]
- También tienen derecho a recibir una buena educación y aprender lo necesario de los asuntos de la religión. Y como una manera práctica en educar a los hijos, el Profeta (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam) dijo: “Ordenad a vuestros hijos rezar a partir de los siete años, pegadlos por no ejecutarlo a los diez años y separad entre los varones y las hembras al acostarse”[18]. También Al-lâh (Glorificado Sea) nos Ordenó proteger a nosotros mismos y a nuestros hijos del Fuego en el Día de la Resurrección, pues Dice [traducción del significado]: {¡Oh, creyentes! Guardaos a vosotros mismos y a vuestras familias del Fuego, cuyo combustible serán los hombres y las piedras, y en el que habrá Ángeles violentos y severos que no desobedecen a Al-lâh en lo que les Ordena, sino que ejecutan cabalmente Sus órdenes.}[19]
En el Islam, los hijos son la flor de la vida mundana y su adorno; también, son la alegría de las almas. Así, el Islam cuida a los hijos de una forma especial, de modo que la Sharî‘ah (Ley islámica) decidió que tienen derechos y deberes sobre los padres.
Pues, en el alma del hijo, se forman las primeras imágenes de la vida, afectado por el ambiente de los padres, pues fue narrado de Abu Hurairah (que Al-lâh Esté complacido con él) que el Profeta (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam) dijo: “Cada niño nace con su naturaleza innata-siendo musulmán-; luego, sus padres le hacen judío, cristiano o Mayusi (adorador del fuego).”[1] Así que los padres tienen una gran influencia sobre los hijos en cuanto a la religión y las virtudes morales; por eso, de la rectitud de los padres depende el beneficio de los hijos y el futuro de la Ummah (nación musulmana). En base a eso, los derechos de los hijos empiezan aún antes del nacimiento; y eso al elegir a la madre y al padre rectos.
Si ambos esposos tienen éxito en escoger a su compañero, viene el derecho del hijo sobre ellos para protegerlo de Satanás al penetrar el semen en el útero, y esto aparece en la noble orientación profética para recitar la súplica siguiente antes de iniciar el coito, lo cual protege al feto de Satanás. Pues Ibn ‘Abbâs (que Al-lâh Esté complacido con él) narró que el Profeta (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam) dijo: “Cuando el uno de vosotros tenga relaciones íntimas con su esposa, que diga: “Oh Al-lâh, Aléjanos de Satanás y Aleja a Satanás de lo que nos Concedes. Y si se les concede un hijo, no lo perjudicará.”[2]
Y cuando se vuelve feto en el útero de su madre, una parte de su derecho que el Islam le afirmó, es la prohibición de su aborto; ya que la Sharî‘ah prohíbe a la madre abortar al niño antes de su nacimiento. Esto debido a que es una responsabilidad que Al-lâh (Glorificado Sea) Confía en su útero, y este feto tiene derecho a la vida; de modo que no está permitido perjudicarlo ni dañarlo. También la Sharî‘ah lo considera un alma que no está permitido asesinarla tras el paso de cuatro meses y el soplo del alma en ello, e impuso a su asesino el pago del Dîah [compensación que se paga a la familia del asesinado]. Al Mugîrah ibn Shu‘bah (que Al-lâh Esté complacido con él) narró: “Dos mujeres eran esposas de un hombre de Hudhail, y una de ellas golpeó a la otra con un palo de modo que la mató tanto como a su feto. Por lo tanto, pidieron el juicio del Profeta (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam). Entonces un hombre de la tribu de la asesina preguntó: ¿Acaso pagamos Dîah para quien todavía no come ni bebe ni habla ni llora [Es decir, el feto, al nacer para saber que está vivo]? Así que el Profeta (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam) dijo: “¡En verdad éste (por su modo rítmico de hablar) es arrullo como el de los beduinos[3] (detestando tal acto)!”[4] Así que juzgó (por el feto) un esclavo o esclava a cargo de los familiares de la mujer (asesina).
También la Sharî‘ah permitió romper el ayuno en el mes de Ramadán para la mujer embarazada a fin de proteger la salud del feto, tanto como permitió posponer el castigo corporal prescripto para el crimen del adulterio hasta que nazca el bebé y termine su amamantamiento.
Y en cuanto a después del parto; el Islam puso -para los hijos- reglamentos relacionados con su nacimiento, de éstos mencionamos:
‘Ali (que Al-lâh Esté complacido con él) dijo: “Cuando Al Hasan nació, lo nombré Harb; luego, el Profeta (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam) vino y dijo: “Mostradme mi hijo, ¿Cómo lo habéis nombrado?” Respondí: “Harb”. Así que dijo: “¡No! Sino que es Hasan.” Y cuando Al Husain nació, también lo nombré Harb. Luego, el Profeta (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam) vino y dijo: “Mostradme mi hijo, ¿Cómo lo habéis nombrado?” Respondí: “Harb” Así que el Profeta (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam) dijo: “¡No! Sino que es Husain.” Y cuando nació el tercer hijo, lo nombré Harb, luego el Profeta (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam) vino y dijo: “Mostradme mi hijo, ¿Cómo lo habéis nombrado?” Respondí: “Harb”. Así que el Profeta (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam) dijo: “¡No! Sino que es Muhassin”. Después dijo: “Los nombré con los nombres de los hijos de Harun (Aarón): Shabbar, Shabîr y Mushabbir.”[12]
Por otra parte, las investigaciones modernas de salud y psicológica, demostraron que el periodo de dos años es necesario para el crecimiento sano del niño por los dos lados: de salud y psicológico[15]. Sin embargo, la gracia de Al-lâh (Glorificado Sea) y Su generosidad hacia la Ummah, no espera los resultados de las investigaciones y de las pruebas que se ejecutan en los laboratorios de psicología por parte de los psicólogos y educadores, sino que adelantó todo eso. También notamos el gran interés de la Sharî‘ah en el amamantamiento, y lo hizo un derecho del niño. No obstante, este derecho no se reduce solamente a la madre; ya que hay una responsabilidad sobre el padre también, la cual se representa en la obligación de proporcionar a la madre la comida y la vestimenta para que ella se dedique a cuidar y alimentar a su niño. Así que cada uno realiza su deber en el marco que la Sharî‘ah concretó, protegiendo el interés del bebé que está a su cargo por cuidarlo y protegerlo, y esto se lleva a cabo en el marco de su energía y posibilidades. Al-lâh (Glorificado Sea) Dice [traducción del significado]: {A nadie se le exige fuera de sus posibilidades.}[16]
Esto aparte de cuidar a aquellos hijos emocionalmente; y eso se realiza a través de tratarlos bien, tener misericordia de ellos, jugar y bromear con ellos, ya que fue mencionado al respecto que el Profeta (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam) besó a Al Hasan ibn ‘Ali en presencia de Al Aqra‘ ibn Hâbis, así que este último comentó diciendo: “Tengo diez hijos; no obstante, jamás he besado a uno de ellos.” Por lo tanto, el Profeta (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam) lo miró y dijo: “A quien no tiene misericordia, no se le tiene misericordia.”[20]
También Shaddâd ibn Al Hâd (que Al-lâh Esté complacido con él) narró que su padre dijo: “El Profeta (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam) vino a nosotros al realizar una de las oraciones del Ishâ‘ (Oración de la noche), llevando a Al Hasan o Al Husain; así que [el Profeta (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam)] se adelantó, lo puso y realizó el Takbîr para la oración, luego, rezó y se prosternó durante largo rato. Entonces, levanté mi cabeza y vi al niño sobre la espalda del Profeta (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam) mientras estaba postrado; por lo tanto, volví a postrarme, y cuando el Profeta (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam) terminó su oración, la gente dijo: “¡Oh Mensajero de Al-lâh! Te postraste durante largo rato hasta que pensamos que algo pasó o que se te inspiró. Respondió él: “Nada de eso, sino que mi hijo subió encima de mí, y por lo tanto, no me gustó apurarlo hasta que terminara.”[21]
Asimismo, Anas ibn Mâlik (que Al-lâh Esté complacido con él) narró que el Profeta (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam) dijo: “Cuando comienzo la oración, tengo la intención de alargarla, pero cuando escucho el llanto de un niño, la acelero (mi oración) por lo que sé del sufrimiento de su madre a causa de su llanto.”[22]
Digno de mencionar es que la buena educación de las chicas y cuidarlas, tiene una importancia especial; hasta que el Profeta (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam) dedicaba mucha recompensa en particular a quien las educa bien, diciendo: “Quien mantiene a dos hijas hasta que alcancen la pubertad, estará conmigo en el Día de la Resurrección”[23], uniendo sus dedos.
Así pues, hay derechos importantes para los hijos sobre los padres que el Islam se los garantizó, los cual -en su globalización y etapas- superaron todas las leyes y los sistemas positivos, sean antiguos o modernos. Ya que el Islam cuida a los hijos en todas las etapas de su vida; fetos, recién nacidos, niños y adolescentes, y hasta que alcancen la fase de pubertad. Más bien, el Islam los cuida hasta antes de ser fetos en los úteros de sus madres; y eso a través de la buena elección de sus madres y padres. Y todo esto con el objetivo de producir hombres y mujeres rectos para una sociedad dominada por las virtudes morales y los nobles valores civilizados.
[1] [Al Bujâri (6226)] [Muslim (22)].
[2] [Al Bujâri (4767)] [Muslim (2591)].
[3] El Profeta (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam) se molestó porque el hombre estaba confundiendo el asunto sin argumentos sólidos, pero usando frases en rima y sofisticadas.
[4] [Al Bujâri (5426)] [Muslim (1682)] [Abû Dâûd (4568)] [An-Nasâ’i (4825)] [Ibn Hibbân (6016)] [Al Albâni: Sahîh, Iruâ’ Al Galil (2206)].
[5] [Corán 3:39]
[6] [Abû Dâûd (5107)] [Al Albâni: Hasan, consulte: Sahih ua Da‘îf Sunan Abi Dâûd (5105)].
[7] Sin duda, hacer el Tahnîk a los recién nacidos con los dátiles húmedos, tiene un objetivo profundo; ya que los estudios médicos demostraron que la mayoría o todos los recién nacidos necesitan azúcar directamente tras su nacimiento, ya que el nivel del azúcar (Glucosa) en la sangre en cuanto a los recién nacidos es bajo, y debido a que los dátiles incluyen la glucosa en cantidades abundantes, así que alimentar al recién nacido con los dátiles derretidos protege al niño de las complicaciones graves de la falta de azúcar. Y de esta forma, realizar Tahnîk al recién nacido con los dátiles húmedos se considera un tratamiento preventivo para él, además de que es un milagro médico que la humanidad no conocía, ni sabía los peligros de la falta de glucosa en la sangre del recién nacido. Para saber más sobre los aspectos de este milagro, consulte Dr. Muhammad ‘Ali Al Bâr, Artículo: Cuidar la infancia en el Islam, Tahnîk al recién nacido y su milagro científico, la Asociación Mundial Para los Milagros Científicos del Sagrado Corán y la Sunna al siguiente enlace: http://www.nooran.org/O/4/4O11.htm.
[8] Abû Mûsa Al Ash‘ari: Es ‘Abdul-lâh ibn Qais ibn Sulaim ibn Haddâr ibn Harb ibn ‘Amir, el Compañero del Profeta (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam), a quien (éste) lo encargó junto con Mu‘âdh las ciudades de Zabid y Adén, y fue encargado del Kufa. Consulte: Ibn Sa‘d, At-Tabaqât Al Kubra, 4/105 y Adh-Dhahabi, Siar A‘lâm An-Nubalâ’ 2/380].
[9] [Al Bujâri (5045)] [Muslim (3997)].
[10] [Mâlik, Al Muatta’ (1840)]
[11] [Abû Dâûd (4950)] [An-Nasâ’i (3568)] [Ahmad (19054)] [Al Bujâri, Al Adab Al Mufrad (814)] [Al Albânî: Sahîh, As-Silsilah As-Sahîhah (1040)].
[12] [Ahmad (769)] [Mâlik (660)] [Ibn Hibbân (6958)] [Al Hâkim (4773) y Adh-Dhahabi: Isnad Sahîh] [Al Bujâri, Al Adab Al Mufrad (823)] [Shu‘aib Al Arnaût: Isnad Hasan].
[13] [Abû Dâûd (2844)] [Ahmad (6822)] [Shu‘aib Al Arnaût: Isnad Hasan] [Al Mustadrak: Sahîh (7592)] [Adh-Dhahabi: Sahîh] [Al Albâni: Sahîh, As-Silsilah As-Sahîhah (1655)].
[14] [Corán 2:233].
[15] El amamantamiento natural debería ser 12 meses como mínimo; no obstante, es preferible seguir las recomendaciones de la Organización Mundial de Salud amamantando durante dos años completos. Consulte: Hasan Shamsi Bâsha, Ar-Rida‘ah Min Laban Al Um Lihaulain Kamilain (El amamantamiento de la leche materna durante dos años). Es un artículo en el siguiente enlace: http://dvd4arab.maktoob.com/showthread.php?t/60832.
[16] [Corán 2:233].
[17] [Al Bujâri (2416)] [Muslim (1829)].
[18] [Abu Dâûd (495)] [Ahmad (6689)] [Al Hâkim (708)] [Al Albâni: Sahîh, consulte: Sahîh Al Yâmi‘ (4026)].
[19] [Corán 66:6].
[20] [Al Bujâri (5651)] [Muslim (2318)].
[21] [An-Nasâ’i (1141)] [Ahmad (27688)] [Al Hâkim (4775)] [Adh-Dhahabi: Sahîh] [Ibn Juzaimah (936)] [Ibn Hibbân (2805)][Al Albâni, Sifat Salât An-Nabi, pág. 148].
[22] [Al Bujâri (677)] [Ibn Mâyah (989)] [Ibn Juzaimah (1610)] [Ibn Hibbân (2139)] [Abû Ya‘la (3144)] [Al Baihaqi, Shu‘ab Al Imân (11054)].
[23] [Muslim (2631)] [At-Titmidhi (1914)] [Al Hâkim (7350)] [Al Bujâri, Al Adab Al Mufrad (894)].
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