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El Islam afirmó un conjunto de derechos para los padres sobre los hijos, sobre todo en caso de su vejez y debilidad; ya que Al-lâh (Glorificado Sea) Ordenó tratarlos bien y con cariño así como ellos hacían con sus hijos cuando eran pequeños...
Los padres aquí, son la pareja casada tras que Al-lâh (Glorificado Sea) les Concedió hijos y tras tener descendencia, por los cuales se esfuerzan, desvelan en busca de su descanso, les dan derechos y les proveen de los medios de la vida, como hemos mencionado anteriormente.
Así que en forma de agradecer el favor, reconocer el buen hecho y responder el bien de la misma manera, el Islam afirmó un conjunto de derechos para los padres sobre los hijos, sobre todo en caso de su vejez y debilidad; ya que Al-lâh (Glorificado Sea) Ordenó tratarlos bien y con cariño así como ellos hacían con sus hijos cuando eran pequeños.
Entonces, de los más importantes de estos derechos, está el derecho del buen tratamiento, la obediencia y ser benévolos con ellos. Sin duda, nadie hace mejor el bien ni tiene más favor después de Al-lâh (Glorificado Sea), sino los padres. Por lo tanto, Al-lâh (Glorificado Sea) Relacionó tratarlos y cuidarlos bien con Su devoción y tener la intención sincera hacia Él, pues Dice [traducción del significado]: {Tu Señor Ha ordenado que no adoréis sino a Él y que seáis benévolos con vuestros padres. Si uno de ellos o ambos llegan a la vejez, no seáis insolentes con ellos y ni siquiera les digáis: ¡Uf! Y háblales con dulzura y respeto. Trátales con humildad y clemencia, y ruega: ¡Oh, Señor mío! Ten misericordia de ellos como ellos la tuvieron conmigo cuando me educaron siendo pequeño.}[1]
Así que nos quedan claras la orden de tratarlos bien y la prohibición de desobedecerlos, tratarlos mal y herir sus sentimientos aunque sea diciendo la palabra ¡Uf! Además, Al-lâh (Glorificado Sea) no Elogió la humillación ni Acepta de Sus siervos que la practiquen sino con los padres, pues Al-lâh Dice [traducción del significado]: {Trátales con humildad y clemencia}.
Digno de notar que la mayor benevolencia, es cuando uno de los padres o ambos alcanzan la vejez, donde están débiles física y mentalmente, y quizás lleguen a ser incapaces. Así pues, Al-lâh (Glorificado Sea) Ordenó hablarles amablemente, como signo de misericordia y benevolencia hacia ellos, además de suplicar que Al-lâh (Glorificado Sea) tenga misericordia de ellos así como la tuvieron de nosotros siendo pequeños y débiles, y hacerles escuchar abundantemente frases de agradecimiento, el cual Al-lâh (Glorificado Sea) Juntó al hecho de agradecerle a Él, pues Dice [traducción del significado]: {Le Hemos ordenado al hombre ser benevolente con sus padres. Su madre le lleva [en el vientre] soportando molestia tras molestia, y su destete es a los dos años. Sed agradecidos conmigo y con vuestros padres; y sabed que ante Mí compareceréis.} [2]
Tratar bien a los padres, se considera de las puertas más grandes del bien; ya que fue mencionado en el Hadiz donde ‘Abdul-lâh ibn Mas‘ûd (que Al-lâh Esté complacido con él) preguntó al Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam): ¿Cuál es la obra más querida por Al-lâh (Glorificado Sea)? Así que Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) respondió: “La oración [Realizada] a tiempo.” Le preguntó: “¿Luego qué?” Respondió: “Tratar bien a los padres.” Después, preguntó: “¿Y luego qué?” El Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) respondió: “Realizar la Yihâd (lucha) por la causa de Al-lâh.”[3]
‘Abdul-lâh ibn ‘Amr ibn Al ‘As (que Al-lâh Esté complacido con él) dijo: “Un hombre se dirigió al Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) y dijo: “Te juro fidelidad a realizar la emigración y la Yihâd en busca de la recompensa de Al-lâh (Glorificado Sea). El Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) preguntó: “¿Acaso alguno de tus padres está vivo?” Respondió: “¡Sí! Ambos”. El Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) dijo: “¿Quieres la recompensa de Al-lâh (Glorificado Sea)?" Respondió: “¡Sí!” Entonces el Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) exclamó: “¡Vuelve a tus padres y trátalos bien!”[4] Y en otra narración, dijo: “Entonces realiza la Yihâd mediante ellos.”[5]
Y de lo más grandioso que el Islam legisló respecto a los derechos de los padres sobre los hijos, es lo que fue mencionado en el Hadiz de Yâbir ibn ‘Abdul-lâh (que Al-lâh Esté complacido con él) donde narró: “Un hombre dijo: “¡Oh Mensajero de Al-lâh! Tengo dinero e hijos, y mi padre quiere apoderarse de mi dinero. Así que el Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) dijo: “Tú y tu dinero sois para tu padre.”[6]
Abu Hâtim ibn Hibbân[7] (que Al-lâh Esté complacido con él) dijo: “Es decir que el Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) le prohibió a este hombre tratar a su padre igual como trata a los demás, y ordenó tratarlo bien y con amabilidad en los dichos y en los hechos juntos y así que su dinero llega al padre (mediante gastarlo en él); por lo tanto, le dijo: “Tú y tu dinero sois para tu padre.”. Y no significa que el padre posee el dinero de su hijo durante su vida sin su aprobación.”[8]
Los Hadices y las citaciones en cuanto a tratar bien a los padres y obedecerles y advertir de maltratarlos, son innumerables, y expresan lo que la Sharî‘ah recta alcanzó en cuanto a proteger los valores originales en la sociedad de que sean violados o descuidados.
[1][Corán 17:23-24].
[2][Corán 31:14].
[3][Al Bujâri (5625)] [Muslim (137)].
[4][Muslim (6)] [Abû Dâûd (2528)] [An-Nasâ’i (4163)] [Ahmad (6490)] [Ibn Hibbân (419)].
[5][Al Bujâri (2842)] [Muslim (2549)].
[6][Ibn Mâyah (2291)] [Ahmad (6902)] [Ibn Hibbân (410)] [Al Albâni: Sahîh, Iruâ’ Al Galîl (1625)].
[7]Abû Hâtim ibn Hibbân Al Busti: Es Abû Hâtim Muhammad ibn Hibbân ibn Ahmad (falleció en 354 de la Hégira / 965 d.C.). Historiador, erudito, geógrafo y experto en (la ciencia de) el Hadiz. Nació y murió en Pest de los países de Siyistan. De entre sus libros, destaca: “Al Musnad As-Sahîh” en el Hadiz. Consulte: As-Subki, Tabaqât Ash-Shâfi‘îah 3/131.
[8][Sahîh Ibn Hibbân (2/142)].
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