La Arquitectura Islámica
4-La técnica de las celosías árabes (Mashrabîah): También de los aspectos aparentes de la arquitectura islámica es la construcción de los miradores o celosías de las casas en forma perforada o adornada. La celosía se llama Qamarîah (lunar) si es redonda, Shamsîah (solar) si no es redonda o incluso Shîsh (persiana). Y se compone de madera desbastada en forma de cortinas para las ventanas: y de sus ventajas es atenuar la luz y habilitar a las mujeres mirar a quien está fuera sin ser vistas. Esto se volvió el toque de las casas islámicas[1].
5-La técnica de la acústica arquitectónica:
Los musulmanes aprovecharon las aplicaciones de la acústica –la ciencia cuya fundación y cuyos principios metodológicos correctos se deben a los musulmanes– en el desarrollo de la técnica de la ingeniería acústica y la utilizaron en lo que hoy en día es conocido como “la técnica de la acústica arquitectónica”. Ellos supieron que el sonido se refleja en las superficies cóncavas y se junta en un foco concreto tanto como la luz que se refleja en la superficie de un espejo cóncavo. Los técnicos musulmanes utilizaron el fenómeno de enfocar el sonido en la construcción y la arquitectura, sobre todo en las grandes mezquitas para transmitir y fortalecer la voz del disertador y del Imam en las oraciones del viernes y de los festejos. Unos ejemplos de eso son la Mezquita Antigua de Isfahán y la Mezquita ‘Âdilîah en Alepo y algunas mezquitas antiguas en Bagdad, en las que el techo y las paredes de la mezquita se diseñaban en forma de superficies cóncavas distribuidas de forma precisa en los rincones de la mezquita, de un modo que garantiza distribuir la voz de forma regular en todas partes.
Estos monumentos islámicos permanentes hasta hoy en día son el mejor testigo sobre la eminencia de los científicos de la civilización islámica en la técnica de la ingeniería acústica arquitectónica. Y eso fue antes de que el científico conocido Wallace Clement Sabine[2] comenzara, aproximadamente en el año 1900 d.C., a estudiar los motivos de la mala calidad del sonido en una sala de conferencias en la universidad estadounidense Harvard y seguir (la conducta de) las características acústicas de las salas y las cámaras de música[3].
Para darnos cuenta de la importancia del desarrollo que hicieron los musulmanes en la técnica de la acústica arquitectónica, es suficiente señalar que la característica de enfocar el sonido, a cuyos beneficios aplicativos los musulmanes llamaron la atención, se utiliza en la civilización contemporánea como una parte principal de la ingeniería acústica arquitectónica. Por eso, en los teatros y las grandes salas de celebraciones se construyen paredes traseras cóncavas que reflejan el sonido y aumentan su claridad.
6-La técnica de las bóvedas:
Las referencias y los estudios históricos en el ámbito de la arquitectura islámica confirman que lo primero que apareció de los elementos y formas de las técnicas de la arquitectura de los musulmanes fue la “bóveda hinchada”, que fue utilizada en la Mezquita Omeya en Damasco construida en el año 87 después de la Hégira/ 706 d.C. Después su uso fue generalizado, de modo que se volvió un factor discernidor de la arquitectura islámica, sobre todo en Marruecos y Al-Ándalus. Luego, los constructores europeos lo copiaron y lo utilizaron mucho en la construcción de sus iglesias y monasterios. También los musulmanes desarrollaron la técnica de las bóvedas de tres aperturas, la cual surgió de una idea puramente geométrica basada en la división matemática. Esto fue deducido por los investigadores gracias a un dibujo restante en una pared de las ruinas de la ciudad de (Az-Zahrâ’) en Andalucía. Se extendió el uso de este tipo de bóvedas en las iglesias españolas, francesas e italianas. También existía la técnica de las bóvedas lobuladas o ralladas, las cuales tienen sus bordes interiores cortados en forma de una serie de semicírculos o en forma de una cadena de medio lóbulo. Y quizá estas bóvedas lobuladas imitaran la forma del borde de la concha. No obstante, (esta técnica) recibió la forma puramente geométrica de la arquitectura islámica y se volvió una innovación que apareció por primera vez en los monumentos restantes de los comienzos del segundo siglo después de la Hégira (el VIII d.C.). Sus rasgos geométricos completos aparecieron en la construcción de la cúpula de la Gran Mezquita (La mezquita Al Yâmi‘) en Kairuán en el año 221 de la Hégira / 836 d.C. La bóveda lobulada mantuvo su aspecto geométrico en su posterior desarrollo a pesar de la variedad de sus formas. En los siguientes siglos las bóvedas lobuladas se entrelazaron, se incrementó el número de lóbulos y su tamaño se empequeñeció y se agregó a las mismas pequeñas flores y rositas, así que adoptaron una forma decorativa y atractiva, y se utilizaron en adornar los minaretes y los mihrabs.
Aparte de estos tipos de bóvedas, aparecieron otras formas en la arquitectura islámica como: las bóvedas apuntadas, macizas y obtusas. Su uso fue extendido en los Estados del este y del oeste de forma igual. También hay ejemplos de las mismas en la arquitectura europea. Y por ejemplo, la bóveda obtusa se trasladó a la arquitectura inglesa, y su uso se extendió en el siglo XVI d.C. bajo el nombre del “Arco Tudor”, mientras que la arquitectura islámica se adelantó en utilizarlo cinco siglos antes que eso en las mezquitas de: Al Yuiûshi, Al Aqmar y Al Azhar en El Cairo[4].
7-La técnica de presas y embalses: y es digno de mencionar que la estética de la arquitectura islámica se extendió albergando embalses de agua, puentes y canales. Sus técnicas eran de planificación y ejecución maravillosas, de modo que daban al agua que pasaba por los canales y por los ríos un aspecto estético adicional al contemplarlos. Esto significa que la arquitectura islámica y sus técnicas geométricas y estéticas eran aspectos naturales de la era próspera de la civilización islámica.
8-La técnica de los muros: la arquitectura islámica dependía de los lados aplicativos de la mecánica. Y eso apareció a través del establecimiento de mezquitas y minaretes muy altos, y presas y embalses gigantescos sobre los ríos; como la presa de An-Nahrauân, Ar-Rastan y Éufrates. También apareció a través de la construcción del muro de Mayra Al ‘Uiûn en El Cairo en la época de Salâh Ad-Dîn Al Aîûbi (Saladino). Este muro trasladaba el agua desde la zona llamada la Boca del Golfo (Fum Al Jalîy) (en el Nilo) hasta la Ciudadela sobre el monte de Al Muqattam. Y había una noria que funcionaba por medio de los animales, que alzaba el agua diez metros hacia arriba para que corriera en el canal sobre el muro avanzando con el método de los vasos comunicantes hasta llegar a la Ciudadela.
9-La técnica de las fortalezas: las fortalezas árabes eran unas de las contribuciones más importantes copiadas por Occidente según el testimonio de Sigrid Hunke. Occidente no conocía sino la técnica circular respecto al diseño de las fortalezas. Y desde la entrada de los musulmanes en Al-Ándalus, luego Sicilia y después el contacto con los musulmanes en las Cruzadas, los modelos seguidos en la construcción de las fortalezas se convirtieron en el modelo árabe, en el que dominaba el diseño cuadrado soportado en sus rincones con torres de vigilancia y defensa, y a veces se construían torres en los lados también[5].
La maravilla de la arquitectura expresa la grandiosidad de la civilización que la fundó. Esta es una ley histórica como dijo Ibn Jaldûn: “El Estado y el reino son para la arquitectura como la figura respecto a la materia, o sea la forma que mantiene su existencia. La separación de una de la otra es imposible, según lo afirmado por los sabios, ya que la civilización sin arquitectura es inimaginable, y la arquitectura sin la civilización también es imposible. Así, la inestabilidad de una implica la inestabilidad de la otra, tanto como la desaparición de una de ellas da lugar a la desaparición de la otra”[6].
[1] ‘Abdul Mun‘im Mâyid, Târîj Al Hadârah Al Islâmîah Fi Al ‘Usûr Al Usta, págs. 268-269.
[2] Wallace Clement Sabine (1868-1919 d.C.): físico estadounidense, estableció la ciencia de la acústica arquitectónica.
[3] Robert Jacobus Forbes y Eduard Jan Dijksterhuis, History of science and technology, Pág. 86.
[4]Vease, Ahmad Fu’âd Bâsha, At-Turâz Al ‘Ilmi Al Islâmi, Pág. 41.
[5] Sigrid Hunke, Allah's sun over the Occident, Pág. 440 y lo siguiente.
[6] Ibn Jaldûn, Al Muqaddimah 1/376. Véase, ‘Âdil ‘Auad, Al Madînah Al ‘Arabîah Al Islâmîah Ual Madînah Al Urûbbîah, la revista de Al ‘Ilm Ua At-Tuknuluyiah, el Instituto del Desarrollo Árabe, número (27), 1992 d.C. pág. 32.
Una parte de la gloria y de la perfección de la civilización islámica es que no descuidó el factor de la belleza considerándola como un valor importante en la vida del hombre. Así, trata con la belleza partiendo de que sentirla e inclinarse hacia la misma es una cuestión innata arraigada en los fondos del alma humana recta que ama la belleza y se atrae a todo lo que es bello y se aleja de la fealdad y de todo lo feo.
Sin duda alguna, la creatividad estética forma una dimensión principal en la civilización humana, ya que la civilización que carece del factor de la belleza y niega los medios para expresarlo, es una civilización que no reacciona con los sentimientos del hombre y no satisface sus deseos espirituales que siempre son ansiosos por todo lo que es hermoso.
Las artes, en general, se consideran un elemento importante de los aspectos de la cultura dominante en la sociedad. Y en especial, el arte islámico se considera una de las imágenes más puras y precisas que expresan la civilización islámica. Es más, se considera un espejo brillante que refleja la civilización humana, ya que el arte islámico se considera una de las artes más grandiosas producidas por las civilizaciones del mundo en los tiempos antiguos y modernos. A pesar de eso, no recibió el estudio, el análisis y la interpretación suficientes que merece. La verdad es que muchos de quienes escribieron sobre el arte islámico no se basaron en los criterios intelectuales y culturales sobre los cuales el arte islámico fue fundado, sino sobre otros criterios occidentales.
También, hay varias formas y diversos tipos de estas artes que recibieron un toque islámico y distinguieron la civilización islámica del resto de las civilizaciones.
La arquitectura islámica tiene su personalidad y toque especiales y distinguidos que directamente se ponen evidentes al ojo; sea como resultado del diseño en su totalidad, de los elementos arquitectónicos distintivos o de los arabescos usados.
El arquitecto musulmán sobresalió en las obras arquitectónicas, pues hizo los dibujos, los detalles precisos y los modelos tridimensionales necesarios para la aplicación, aparte de las mediciones primarias. Sin duda, todo eso le exigió profundizar en las ciencias de la geometría, las matemáticas y la mecánica, en las cuales los musulmanes fueron destacados como vimos anteriormente. En lo siguiente veremos varias técnicas de la arquitectura islámica para saber su importancia y conocer las contribuciones de los musulmanes a su innovación y desarrollo[1].
1-La técnica de domos o cúpulas: los musulmanes se destacaron en la construcción de las grandes cúpulas y tuvieron éxito en sus calculaciones complejas basadas en los métodos de análisis de las estructuras de cascaras (en inglés: shalls analysis). Estas estructuras complejas y desarrolladas de domos –como Qubbat As-Sajrah (Cúpula de la Roca) y los domos de las mezquitas de Estambul, El Cairo y Al-Ándalus– dependen completamente de las matemáticas complejas. Estos domos dan un aspecto maravilloso de belleza a las mezquitas. Y es suficiente contemplar la Mezquita del Sultán Ahmad en Estambul, como un ejemplo de esta belleza, para darse cuenta de la grandiosidad de la civilización islámica.
Los domos son de los aspectos más importantes del desarrollo de la civilización islámica en la arquitectura, pues se desarrollaron mucho y su diseño arquitectónico tuvo varias formas. Y de los ejemplos sobre eso; el domo de la mezquita Al Yâmi‘ en Kairuán, la mezquita de Az-Zaitûnah en Túnez y la mezquita Al Yâmi‘ en Córdoba. Y los efectos de este desarrollo aparecieron claramente en la arquitectura europea a lo largo de los dos siglos, el XI y el XII d.C.[2]
2-La técnica de las columnas: las columnas eran de las cosas más importantes que la arquitectura islámica realizó. Éstas terminaban en coronas, bóvedas apuntadas y durmientes de madera, hasta que apareció lo que se conoce por la ciencia de las bóvedas de las construcciones. Los arcos de herradura se volvieron un signo que indica la arquitectura islámica, y aunque los arcos existían anteriormente, su forma se cambió por medio de los musulmanes.
3-La técnica de los mocárabes: también los mocárabes eran de las características más destacadas de la arquitectura islámica, y se refiere a las partes que cuelgan del techo. Hay mocárabes interiores y exteriores. Los interiores se extendían en los mihrabs y en los techos, mientras que los exteriores se realizaban en los balcones de los minaretes, en las puertas de los palacios y en los balcones.
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