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La sonrisa es aquel lenguaje humanitario mundial, es aquel tipo de belleza de alto nivel, y es aquella conducta que insinúa la aceptación, la serenidad, la apacibilidad y la cordialidad humana.
La sonrisa es aquel lenguaje humanitario mundial, es aquel tipo de belleza de alto nivel, y es aquella conducta que insinúa la aceptación, la serenidad, la apacibilidad y la cordialidad humana.
Al-lâh Dice [traducción del significado]: {Ese día habrá rostros radiantes [el de los bienaventurados], risueños y alegres.}[1]. Es algo propio del hombre y no a los animales[2]. Así que la sonrisa se considera una parte de la belleza de las morales y de la conducta humana.
El Profeta del Islam (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam) se distinguía por sonreír todo el día y a lo largo de su vida. Era quien más sonreía de entre la gente. También bromeaba con sus Compañeros (que Al-lâh Esté compalcido con ellos) pero no decía sino la verdad. ‘Abdul-lâh ibn Al Hâriz (que Al-lâh Esté compalcido con él) narró: “Jamás vi a nadie que sonreía más que el Profeta (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam).”[3] También Yarîr ibn ‘Abdul-lâh (que Al-lâh Esté compalcido con él) dijo: “El Profeta (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam) nunca rechazó recibirme desde que abracé el Islam y al verme siempre sonreía”[4]. Así que su forma de reírse mayormente era la sonrisa. Y cuando sonreía se veía su dentadura blanca[5].
También el Imam Ibn Al Qaiem registró la forma de reír del Profeta (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam) diciendo: “Su forma de reír mayormente era la sonrisa, o mejor dicho; toda su forma de reír era la sonrisa. Y lo máximo de su risa era manifestar sus muelas. Reía de lo gracioso, lo cual cuando sucede resulta asombroso y raro”. Y después de que la descripción aclaró su método o filosofía de reír, Ibn Al Qaiem agregó diciendo: “Reír tiene varios motivos [que lo provocan], y ése es uno de ellos. El segundo es: reír por alegría, o sea cuando uno ve lo que le alegra. Y el tercero es: reír por ira, y esto muchas veces pasa al enfurecido cuando se incrementa su ira. Y el motivo de este tipo de risa es el asombro del enfurecido de lo que le causa la furia y su sensación de poder vencer a su adversario y que éste está bajo su control. Y quizá su risa se deba a poder controlar sus nervios al enfurecerse, ignorar a quien le enfureció y no hacerle caso”[6].
Y confirma esto lo que Anas ibn Mâlik (que Al-lâh Esté compalcido con él) narró: “Estaba en compañía del Profeta (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam) mientras él tenía puesto un manto de Nayrân de borde grueso. Así que le alcanzó un beduino y le agarró de su manto con fuerza, a raíz de eso miré el cuello del Profeta (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam) en el que pude notar la marca que dejó el borde del manto [que ponía] por la fuerza con la cual fue agarrado. Después [el beduino] dijo: “¡Oh Muhammad! Ordena concederme [algo] del dinero de Al-lâh (Glorificado Sea) que está bajo tu manejo. Así que el Profeta (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam) volvió a mirarlo y se rió, luego ordenó concederle una otorgación.”[7]
Sin embargo, no era suficiente para el Profeta del Islam (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam) ser un ejemplo en cuanto a la aplicación de esta belleza humanitaria, sino que incitó a la misma; Abu Dhar (que Al-lâh Esté compalcido con él) narró que el Profeta (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam) dijo: “Sonreírle a tu prójimo se considera una caridad a tu favor.”[8] Y eso significa que mostrar la jovialidad a los demás al encontrarse con ellos hace al musulmán merecer una recompensa, tanto como la caridad conlleva una recompensa[9].
Son actos simples y fáciles sin coste ni esfuerzo, pero tienen un efecto mágico en la gente. En el Islam se consideran de “lo reconocido [buenos actos]”, el término que alberga todo lo que satisface a Al-lâh (Glorificado Sea) y a Su Mensajero (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam). También Abu Dhar (que Al-lâh Esté compalcido con él) narró: “El Profeta (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam) me dijo: “No desprecies nada de los buenos actos, aunque sea encontrarse con tu prójimo con un rostro jovial.”[10] O sea con alegría y sonrisa.
La sonrisa y la jovialidad son el primer paso para atraer los corazones y para publicar la bondad, la misericordia y el afecto entre la gente, lo cual da lugar a la seguridad, la hermandad y la afinidad en la sociedad. Y ésta es la sociedad que el Islam desea establecer, tal como el resto de las legislaciones que fueron reveladas. Estas cosas simples son una parte de la fe, y el creyente es quien está cerca de la gente, ya que el Profeta (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam) dijo: “El creyente se familiariza con la gente recíprocamente, y no hay bien en aquel que no se familiariza recíprocamente con ellos. El mejor de la gente es el que más los beneficia”[11].
Así que este Hadîz no solamente incita a que el creyente sea de amabilidad recíproca, sino que también repudia lo opuesto. Es decir que es algo que el Islam no acepta renunciarlo ni considerarlo algo adicional innecesario.
En el Islam la buena palabra se dirige a toda clase de gente, Al-lâh (Glorificado Sea) Dice al hablar sobre Sus Órdenes a los hijos de Israel [traducción del significado]: {hablad cortésmente.}[12]
Abu Hurairah (que Al-lâh Esté compalcido con él) narró que el Profeta (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam) dijo: “Quien crea en Al-lâh y en el otro Día que no dañe a su vecino, quien crea en Al-lâh y en el otro Día que acoja generosamente a su huésped y quien crea en Al-lâh y en el otro Día que diga el bien o que se calle.”[13]
Al Hâfidh ibn Hayar dijo en su comentario sobre este Hadîz: “Es decir, quien tiene fe se distingue por sentir piedad hacia las criaturas de Al-lâh; diciendo el bien y callando el mal, haciendo lo que beneficia y abandona lo que perjudica.”[14]
El Imam Al Fajr Ar-Râzi casi resumió la cuestión de la buena palabra en su interpretación de la aleya en la que Al-lâh Dice [traducción del significado]: {Hablad cortésmente.}[15]. Pues, considera que los buenos modales mundanos o religiosos están completamente incluidos en dicha aleya. Así que dijo:
Los investigadores dijeron: la gente cuando habla entre sí sería sobre asuntos religiosos o mundanos.
- Entonces si es sobre asuntos religiosos será para invitar a la fe, y eso con los incrédulos, o será para invitar a la obediencia, y eso con los disolutos.
En cuanto a invitar a la fe, tiene que ser a través del uso de buenas palabras como Al-lâh Dijo a Mûsa [Moisés] y Hârûn [Aarón] [traducción del significado]: {Y habladle cortésmente, para que así recapacite o tema a Al-lâh y se arrepienta.}[16]. Al-lâh (Glorificado Sea) les Ordenó tratar amablemente con Faraón pese a la alta posición de Mûsa y Hârûn y la máxima incredulidad, negación y tiranía de Faraón ante Al-lâh (Glorificado Sea). También Al-lâh Dijo a Muhammad [traducción del significado]: {Si hubieras sido rudo y duro de corazón se habrían alejado de ti.}[17]. Y en cuanto a la Da‘uah realizada con los disolutos, hay que tener en consideración la buena palabra, Al-lâh Dijo a Muhammad [traducción del significado]: {Convoca al sendero de tu Señor con sabiduría y bellas palabras.}[18]. También Al-lâh Dice [traducción del significado]: {responde con una buena actitud [sabiendo disculpar], y entonces verás que aquel con quien tenías una enemistad se convertirá en tu amigo ferviente.}[19].
- Y en cuanto a los asuntos mundanos, es algo acordado entre los eruditos y sabido por los musulmanes que si se puede lograr el objetivo hablando con amabilidad, será la única forma preferible para tal fin.
De esta forma, fue afirmado que todos los modales de la religión y de la vida mundana están incluidos en el dicho de Al-lâh en el que Dice [traducción del significado]: {Hablad cortésmente.}[20]”[21].
Así que a través de estas enseñanzas al musulmán se le impone la práctica de la sonrisa, la jovialidad y la buena palabra para ser hermoso.
[1] [Corán 80:38-39].
[2] Véase Az-Zubaidi, Tây Al ‘Arûs Min Yauâhir Al Qâmûs, 27/249-250.
[3] [At-Tirmidhi: Hasan Garîb (3641)][Ahmad (17740)][Shu‘aib Al Arna’ût: Hasan].
[4] [Al Bujâri (5739)][Muslim (2475)].
[5] At-Tirmidhi, Ash-Shamâ’il, Pág. 20
[6]Ibn Al Qaiem, Zâd Al Mi‘âd 1/182-183.
[7] [Al Bujâri (2980)][Muslim (1057)].
[8] [At-Tirmidhi: Hasan Garîb (1956)][Ibn Hibbân (474-529)][Shu‘aib Al Arna’ût: Sahîh][Al Adab Al Mufrad (891)] [Al Albâni: Sahîh en Sahîh Al Yâmi‘ (2908)].
[9] Al Mubarakfûri, Tuhfat Al Ahuadhi Bisharh Yâmi‘ At-Tirmidhi 6/75-76.
[10] [Muslim (144)][Ahmad (15997)][Ibn Hibbân (468)].
[11] [Ahmad (9187)][Al Hâkim (59)][Al Albâni: Hasan en Sahîh Al Yâmi‘ (6662)].
[12] [Corán 2: 83].
[13] [Al Bujâri (5672)][Muslim (47)].
[14] Ibn Hayar, Fath Al Bâri 10/446.
[15] [Corán 2: 83].
[16] [Corán 20: 44].
[17] [Corán 3: 159].
[18] [Corán 16: 125].
[19] [Corán 41: 34].
[20][Corán 2: 83].
[21]Al Fajr Ar-Razi, At-Tafsîr Al Kabîr 3/568.
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