Córdoba... Un Ejemplo de la ciudad Islámica Hermosa
En cuanto a la descripción de esta mezquita, el autor de Ar-Raud Al Mi‘târ dijo: “Y en ella [Córdoba], está la famosa mezquita, la cual es de las mezquitas más grandiosas del mundo en cuanto a la inmensidad de su espacio, el perfeccionamiento de su construcción y la belleza de su aspecto, la cual los califas marwanides agrandaron y perfeccionaron una vez tras la otra, hasta que alcanzó la cumbre del perfeccionamiento, y se volvió algo asombroso y de una belleza indescriptible. Es digno de notar que entre las mezquitas de los musulmanes, no hay otra igual en cuanto a su retoque, longitud y anchura; puesto que su longitud es de 180 Bâ‘ [Una medida equivalente próximamente a 2 metros], su mitad es techada y la otra mitad es un patio sin techo, mientras que el número de los arcos de la parte techada es catorce, también las columnas techadas y las columnas de sus domos pequeños y grandes junto con las columnas de la Qiblah (alquibla) mayor y las próximas, alcanzan las 1000 columnas. También alberga 113 portalámparas; la mayor porta 1000 lámparas mientras que la menor porta 12 (lámparas). Toda su madera está hecha de un tipo de madera que proviene del árbol del pino y la altura de la estaca es de un palmo, y su anchura es de un palmo menos [la medida] de tres dedos, mientras que la longitud de cada una de esas estacas es 37 palmos, y entre cada estaca y la otra, el grosor de la misma. Su techo [de la mezquita] contiene inscripciones de diferentes aspectos y de un orden perfecto. Dichas inscripciones están coloradas maravillosamente de rojo, blanco, azul, verde y negro, de modo que atraen los ojos tal como las almas por la destreza aplicada en sus dibujos y sus diferentes colores. La anchura de cada parte de piedra de su techo, es de 33 palmos, mientras que entre cada columna y la otra hay 15 palmos de distancia. Y la cabeza y la base de cada columna es de mármol. Esta mezquita tiene una alquibla indescriptible; además, la destreza con la cual está hecha es asombrosa, y tiene un mosaico dorado y de cristal que fue enviado por el gobernador de Constantinopla mayor a ‘Abdur-Rahmân An-Nâsir Lidînil-lâh. Y en ambos lados del mihrab, hay cuatro columnas: dos verdes y dos violetas inclinadas hacia el verde. Su valor es inimaginable. En la parte superior del mihrab, hay un bloque de mármol en una sola pieza fundida y embellecida de la mejor forma con oro y lapislázuli y con otros colores. Alrededor del mihrab, hay una estructura de madera que alberga raras inscripciones. Y a la derecha del mismo, hay un almimbar [púlpito de la mezquita] sin igual en toda la Tierra; hecho de ébano, buxaceae y alquilaria. Se dice que fue construido en siete años por seis hombres, aparte de los auxiliares que estaban a su servicio.
Mientras que a la izquierda del mihrab, había una cámara donde estaba un grupo de herramientas y cazuelas de oro y plata y Hasak[6], y todas para prender las velas en cada noche 27 del mes de Ramadán. Y en este depósito, hay un Mus-haf [copia del Corán] que lo llevan dos hombres debido a su tanto peso; el cual contiene cuatro hojas del Mus-haf de ‘Uzmân (que Al-lâh Esté compalcido con él), lo cual escribió con su mano derecha donde está una gota de su sangre. Este Mus-haf se saca a la mañana de cada día por un grupo de los responsables de la mezquita. Asimismo, tiene una tapa maravillosa con las más raras inscripciones. Y tiene una silla donde se pone, y luego el Imam se encarga de recitar medio Hizb del mismo, después se devuelve a su lugar.
Y a la derecha del mihrab y del almimbar, hay una puerta que conduce al palacio, y entre las dos paredes [exteriores] de la mezquita, hay un pasillo continuado y techado donde hay ocho puertas, de las cuales cuatro se cierran por el lado del palacio y otras cuatro se cierran por el lado de la mezquita. Esta mezquita tiene 20 puertas tapadas con placas y clavos brillantes de cobre. Y en cada puerta, hay dos aros muy perfeccionados, mientras que en la parte frontal de cada puerta, están colocados dientes de ladrillo rojo raspado, y varios tipos de agregaciones y decoraciones.
En el norte de la mezquita, está el minarete de extraña fabricación, de trabajo muy profesional y de aspecto maravilloso. Su altura es de 100 Dhirâ‘ [de tipo Rashshâshi, el cual equivale a tres palmos]; y al llegar a la altura de 80 Dhirâ‘, se encuentra el lugar donde se para el almuédano, y desde aquel lugar y hasta la parte superior del minarete, es de 20 Dhirâ‘. Y se puede subir hasta la cumbre de aquel minarete con dos tipos de escaleras: una por el lado occidental y otra por el lado oriental. De modo que los ascendientes no se encuentran sino en la parte superior del minarete. También, la parte exterior (del minarete) es acolchada con piedras blandas e inscrita con escrituras y decoraciones desde la superficie de la tierra y hasta la cumbre del minarete.
Y en las cuatro superficies del mismo, hay dos filas de arcos que rodean los nudos de mármol. Y hay una cámara que tiene cuatro puertas cerradas, donde cada noche se alojan dos almuédanos. Y en la parte superior del minarete que está por encima de la cámara, hay tres manzanas; una de oro, dos de plata y hojas de iridaceae; de modo que la grande de estas manzanas cabe 60 libras de aceite. Y dicha mezquita está servida por 60 hombres, encabezados por un supervisor que cuida sus asuntos[7].
Y cerca de eso, es la descripción de Ibn Al Uardi en su libro llamado (Jarîdat Al ‘Ayâ’ib Ua Farîdat Al Garâ’ib). Por otra parte, sus patios estaban llenos de árboles de naranja y granadas; para que los hambrientos y los que visitan la ciudad y provienen de los varios lugares del mundo comieran de los mismos. Y lo triste es que esta mezquita grandiosa y de alta posición se convirtió tras la caída de Al-Ándalus [en manos de los españoles] en una catedral, y se sometió a la autoridad de la iglesia manteniendo su nombre; asimismo, su alto minarete se convirtió en una torre donde se pone la campana de la iglesia para ocultar su toque islámico. También en sus paredes inmunes, siguen existiendo inscripciones coránicas que reflejan un genio artístico extraño. Y ahora es de los lugares históricos más famosos del mundo.
3-La universidad de Córdoba:
El papel de la mezquita de Córdoba no se redujo sólo a los ritos religiosos, sino que también era una universidad científica, la cual se consideraba de las universidades más famosas del mundo en aquel tiempo, y el centro científico más grande de Europa; de modo que a través de la misma, las ciencias árabes se trasladaron a los países europeos a lo largo de siglos. En esta universidad, se enseñaban todas las ciencias, escogiendo para la misma los mejores profesores. Así que los buscadores de conocimiento se dirigían a ella tanto del oriente como del occidente, musulmanes y no musulmanes. Las reuniones de la enseñanza y del conocimiento, ocuparon más de la mitad de la mezquita. Al margen de eso, los Sheijes (o sea los profesores) recibían un buen salario para dedicarse a la enseñanza y la composición. También se concretaron subsidios para los estudiantes y ayudas para los necesitados; lo cual enriqueció la vida científica de una forma notable en aquel tiempo y en aquel ambiente. Así, Córdoba pudo presentar a los musulmanes y al mundo una multitud de eruditos y científicos en todos los ámbitos de las ciencias, de entre los cuales: Az-Zahrâui (325 - 404 de la Hégira / 936 - 1013 d.C.) el cirujano más famoso, médico y especialista en los tipos de medicamentos y en su composición. También de ellos se encuentran Ibn Bâyah, Ibn Tufail, Muhammad Al Gâfaqi (Uno de los fundadores de la oftalmología), Ibn ‘Abdul Bar, Ibn Rushd, Al Idrîsi, Abu Bakr Yahia ibn Sa‘dûn ibn Tammâm Al Uzdi, Al Qâdi Al Qurtubi An-Nahaui, Al Hâfidh Al Qurtubi, Abu Ya‘far Al Qurtubi y muchos más.
__________________________________________[1] John Brande Trend, España y Portugal, un estudio publicado en el libro de “The Legacy of Islam [El patrimonio islámico] bajo la supervisión de Thomas Arnold, pág. 27.[2] La enciclopedia moderna de Al Maurid (1995).
[3]Las mediciones antiguas eran según las unidades del: Shibr (palmo), Dhirâ‘ (brazo) y Bâ‘. Shibr equivale aproximadamente a 23 centímetros, mientras que Dhirâ‘ equivale a medio metro aproximadamente. Véase: Muhammad Rauâs Qal‘ayi y Hâmid Sâdiq Qanîbi, Mu‘yam Lugat Al Fuqahâ’ 1/256, 2/48.
[4]Ibn Al Uardi, Jarîdat Al ‘Ayâ’ib Ua Farîdat Al Garâ’ib, pág. 12, y Al Idrîsi, Nuzhat Al Mushtâq 2/579.
[5]Al Muqrî, Nafh At-Tîb 1/4820.
[6] Hasak: es de la herramientas de guerra, quizá sea de hierro o de madera. Véase: Ibn Mandhûr, Lisân Al ‘Arab 10/411.
[7]Al Himiari, Ar-Raud Al Mi‘târ Fi Jabar Al Aqtâr 1/456, 457.
Córdoba, la cual superó todas las ciudades de Europa en cuanto a su civilización durante el siglo X (después de Cristo), en realidad, era objeto del asombro del mundo, tal como la ciudad de Venecia respecto a los Balcanes. Además, los turistas que venían del norte, escuchaban algo parecido a la humildad y la alta estimación hacia aquella ciudad que albergaba 70 bibliotecas y 900 baños públicos. Así que cuando los gobernadores de León, Navarra y Barcelona necesitaban algún cirujano, ingeniero, arquitecto, sastre o músico, no se dirigían -con dichas necesidades- sino a Córdoba”[1]. Esta es la descripción de un occidental en cuanto a la ciudad andalusí de Córdoba en el siglo IV de la Hégira (el décimo Después de Cristo), y él es John Brande Trend.
Y como continuación de una civilización islámica humanitaria -respecto al conocimiento, los valores y la gloria-, la ciudad de Córdoba sobresalió como un testigo vivo sobre lo que la civilización islámica alcanzó y la gloria del Islam en aquel tiempo de la historia, o sea a mediados del siglo IV de la Hégira (el décimo después de Cristo), mientras Europa estaba sumergida en una profunda ignorancia.
Córdoba… aquel nombre que siempre tenía un timbre concreto, y un efecto especial en los oídos islámicos, mejor dicho, en los oídos de todo europeo que tuvo fe en el renacimiento y en la civilización humana.
Es una ciudad situada frente al río de Guadalquivir, y ubicada en el sur de España. La enciclopedia moderna de Al Maurid registró sobre la misma, diciendo: “Se cree que fue fundada por los cartagineses, y fue sometida al gobierno de los romanos y de los visigodos”[2]. Fue conquistada por el líder islámico famoso Târiq ibn Ziâd en el año (93 de la Hégira / 711 d.C.). Y desde aquella fecha, la ciudad de Córdoba comenzó a seguir una nueva línea, y un rasgo importante en la historia de la civilización; así que comenzó a escalar como una ciudad civilizada y mundial. Sobre todo en el año (138 de la Hégira / 756 d.C.), cuando ‘Abdur-Rahmân Ad-Dâjil (Saqr Quraish) estableció el Estado Omeya en Al-Ándalus tras su derrumbe en Damasco por los abasíes.
Y en la época de ‘Abdur-Rahmân An-Nâsir (el primer califa omeya en Al-Ándalus) y en la época siguiente de su hijo Al Hakam Al Mustansir, Córdoba alcanzó la cumbre de su prosperidad, liderazgo y cultura. Sobre todo que la convirtió en la capital de su potente Estado, y una sede para él como califa de los musulmanes en el mundo occidental. También la transformó en un minarete de las ciencias, la cultura y la civilización, hasta que se volvió a competir con Constantinopla, la capital del imperio bizantino en su continente, Bagdad la capital de los abasíes en el oriente y, Kairuán y El Cairo en África, hasta que los europeos la nombraron: “La joya del mundo.”
Los omeyas cuidaron también los varios ámbitos de la vida en Córdoba; tal como: agricultura, industria, construcción de fortalezas, casas de armas etc. También excavaron los canales y desagües, y trajeron a Al-Ándalus arboles y frutos que no se plantaban allá.
En las siguientes líneas, conoceremos algunos aspectos de la prosperidad y la civilización que distinguieron Al-Ándalus en general, y la ciudad de Córdoba en especial; para saber las contribuciones islámicas a la marcha de la humanidad.
1-El puente de Córdoba:
De los rasgos importantes en Córdoba, destaca (el puente de Córdoba), el cual está ubicado en la orilla del río de Guadalquivir, y fue conocido con el nombre de: (Al Yisr) y también (Qantarat Ad-Dahr), cuya longitud era aproximadamente de 400 metros, y su anchura de 40 metros mientras que su altura de 30 metros[3].
Ibn Al Uardi y Al Idrisi atestiguaron que es “el puente que superó el resto de los puentes en cuanto a su construcción y perfeccionamiento”[4].
Tenía diecisiete arcos, entre cada uno y el otro había doce metros de distancia, y la longitud de cada arco era de doce metros, su anchura era aproximadamente de siete metros y su altura sobre la superficie del agua del río alcanzó quince metros[5].
Estas dimensiones respecto a un puente construido en el comienzo del siglo II (101 de la Hégira), es decir hace 1400 años, por medio de As-Samh ibn Mâlik Al Jaulâni, quien fue nombrado valí de Al-Ándalus por Omar ibn ‘Abdul ‘Azîz (el califa de los creyentes en aquel entonces); o sea, en un tiempo donde la gente no conocía otros medios de transporte sino los caballos, las mulas y los burros. Además, los medios y métodos de construcción, no tenían un nivel avanzado en aquella época: lo que hace este puente con esta forma uno de los orgullos de la civilización islámica.
2-La mezquita de Córdoba:
Al Yâmi‘ Al Kabîr [La Gran Mezquita] se considera uno de los rasgos más importantes de Córdoba y de sus monumentos permanentes hasta hoy en día, y con el paso del tiempo la palabra Masyid fue tergiversada a “mezquita” en español. Además, era la mezquita más famosa de Al-Ándalus (teniendo en cuenta que ahora es una catedral), siendo de las mezquitas más grandes en Europa.
Su construcción fue comenzada por ‘Abdur-Rahmân Ad-Dâjil en el año 170 de la Hégira / 786 d.C., y posteriormente por su hijo Hishâm Al Aûal. Y cada califa nuevo agregaba a esta mezquita más espacio o decoración; para que fuera la mezquita más bonita de Córdoba, y la más grande en su época.
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