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Sicilia era, también, uno de los puentes más importantes de la civilización islámica a Europa, tal como el sur de Italia. Los musulmanes conquistaron Palermo, la capital de Sicilia, en el año (216 de la Hégira / 831 d.C.) y siguieron gobernándola hasta el año (485 de la
Sicilia era, también, uno de los puentes más importantes de la civilización islámica a Europa, tal como el sur de Italia. Los musulmanes conquistaron Palermo, la capital de Sicilia, en el año (216 de la Hégira / 831 d.C.) y siguieron gobernándola hasta el año (485 de la Hégira / 1092 d.C.) o sea cerca de 260 años. Durante estos años, la vida en Sicilia tuvo el toque árabe islámico, ya que los musulmanes a lo largo de estos años cuidaron la urbanización y añadieron a la ciudad los aspectos de la civilización como las mezquitas, los palacios, los baños, los hospitales, los mercados y las fortalezas. Además, se introdujeron industrias importantes como: el papel, la seda, los barcos y la extracción de metales. Por consiguiente, se desarrollaron en la ciudad las ciencias y las artes, y los estudiantes acudían a la misma de los diferentes lados de Europa. Por lo tanto, se convirtió en un centro importante de la difusión del patrimonio islámico a Occidente, y comenzó en ella un movimiento de traducción del árabe al latín parecido al de Al-Ándalus.
A pesar de que el gobierno islámico de la isla se terminó a finales del siglo XI, la civilización islámica persistió bajo los auspicios de los sucesores normandos, bajo cuya protección varios eruditos musulmanes vivían, como el geográfico Muhammad Al Idrîsi, quien dibujó para Rogelio II (1130-1154 d.C.) un mapa del mundo conocido en aquel tiempo en un círculo plano de plata, también le escribió un libro llamado (Nuzhat Al Mushtâq Fi Ijtirâq Al Âfâq) en el que describió este mapa.
El orientalista ruso krachkovski[1] comentó esta obra en su libro llamado (Târîj Al Adab Al ‘Arabi Al Yugrâfi) diciendo sobre Rogelio: “El hecho de que encargó a un científico árabe en especial de hacer una descripción del mundo conocido en aquel tiempo es una prueba luminosa de la eminencia de la civilización árabe en aquel entonces y del reconocimiento de todos de esta excelencia. Y es digno de mencionar que la mitad de la corte de los normandos en Sicilia se componía de orientales o aun más de la mitad.”[2]
La cultura islámica nueva atrajo a los europeos, y su impacto permaneció durante el gobierno normando, de modo que la vida de la corte real –sobre todo en la época de Rogelio II y Federico II- se distinguía por la prosperidad y el lujo con el deseo de asimilarse a Córdoba. Los dos reyes se ponían vestimenta árabe y practicaban un modo de vida árabe también. Aparte de eso, los gobernadores normandos tenían consejeros y funcionarios árabes y musulmanes y de entre ellos eruditos de Bagdad y Siria. Encima, tres de los reyes normandos en Sicilia tenían sobrenombres árabes, pues Rogelio II se apodó “Al Mu‘taz Bil-lâh”, mientras William I se puso el sobrenombre de “Al Hâdi Bi’amril-lâh” y William II se puso el sobrenombre de “Al Musta‘iz Bil-lâh”, y estos sobrenombres aparecieron en sus inscripciones[3].
También, Federico II (1194-1230 d.C.), quien fue coronado como emperador del Sacro Imperio Romano Germánico en el año 1220 d.C., prefirió habitar en Sicilia, pues tenía un interés especial en las ciencias e incitaba a realizar las discusiones científicas y filosóficas y fundó la universidad de Nápoles en el año 1224 d.C., donde había un gran número de manuscritos árabes. La cultura árabe islámica se extendió en las universidades de Europa incluso las de París y Oxford. Y se tradujeron libros del árabe al latín. De los traductores que participaron en esto: Esteban de Antioquía en el año 1127 d.C., Adelardo el inglés[4] cerca del año 1133 d.C.[5] y Michael Scot[6] quien tradujo libros para el rey Federico II, entre ellos los libros de Ibn Rushd (Averroes).
Por otra parte, el rey de Nápoles Charles I dedicó importancia a la traducción de los libros médicos en árabe al latín y estableció una fundación que albergaba a los traductores profesionales como Faray ibn Sâlim y Mûsa, ambos de Salerno, tal como a los escribas y los editores. Y se llevó a cabo la traducción del libro llamado (Al Hâui) escrito por Ar-Râzi y (Taquîm Al Abdân) escrito por Ibn Yazlah.
Sicilia estaba preparada para transmitir el pensamiento antiguo y contemporáneo, ya que entre sus habitantes había quien hablaba árabe y griego y algunos intelectuales que sabían el latín. Es que pertenecía al Imperio bizantino y en ella había algunos rasgos culturales griegos. Así que la existencia de las tres lenguas juntas facilitó mucho la transmisión del conocimiento árabe. Antes de eso, la escuela de Salerno era un centro para enseñar la medicina a lo largo de casi 300 años (900-1200 d.C.). Está situada en el sur de Italia y tenía fuerte contacto con Sicilia. Y el más importante en su historia era Constantino el africano, quien tenía origen árabe. Nació en Túnez, su fama se divulgó desde el año 1065 y hasta el año 1085 d.C. Tradujo muchos libros del árabe al latín. A él se atribuyen 40 libros, de los cuales: el libro llamado (Kâmil As-Sinâ‘ah At-Tibbiah) y (Al Kitâb Al Malaki) escrito por ‘Ali ibn ‘Abbâs (Falleció en el 1010 d.C.), así como libros de Ibn Al Yazzâr, Is-hâq ibn ‘Imrân, Ishâq ibn Sulaimân, y los tres son de Túnez también.
Constantino se olvidó de mencionar los nombres de los escritores originales de algunos de los libros árabes, y eso fue por varias justificaciones. Aun así eso no reduce su importancia, pues se considera el primer traductor que introdujo el conocimiento islámico a Europa y fue quien causó la recuperación de la escuela de Salerno, teniendo en cuenta que la lengua árabe era una de las lenguas de enseñanza en la misma. Esta escuela existía en la época de los famosos médicos y escritores árabes musulmanes como: Ar-Râzi (Falleció 925 d.C.) Ibn Al Yazzâr (Falleció 975 d.C.) y ‘Ali ibn ‘Abbâs (Falleció 1010 d.C.)[7].
Sr. Coyle Jung dijo sobre Sicilia: “Sicilia era un campo de encuentro libre entre las lenguas de los griegos, latín hablantes y los árabes bereberes y sus conocimientos, así que el resultado fue la aparición de una cultura mixta que- gracias al apoyo de Rogelio II y Federico II– contribuyó mucho a transmitir lo mejor de la civilización islámica a Europa a través de Italia. Pues, Palermo en el siglo XIII se volvió como Toledo en el siglo XII; un centro grandioso de traducción y transmisión de los libros árabes al latín”[8]
Los normandos mantuvieron a los artesanos musulmanes por su gran confianza en ellos[9], tal como los sistemas administrativos financieros que los musulmanes utilizaban, desde el diván de At-Tahqîq[10], el diván de Al Ma‘mûr[11] llegando al diván de Al Fauâ’id [12]. Y los registros de estos divanes se escribían en árabe[13].
Y en el campo de los artes militares, los normandos procuraron reclutar a varios musulmanes en el servicio militar, así que era un campo rico para el traslado de las destrezas del combate y aun las fabricaciones militares como las balistas y las torres de asedio[14].
Y de esta forma, Sicilia y el sur de Italia representaban un segundo puente de la transmisión de la civilización islámica a Europa.
[1] Krachkovski: un orientalista ruso que nació en Marzo del año 1883 d.C. Estudió las lenguas clásicas: el griego y el latín, y comenzó a aprender la lengua árabe por sí solo. Ingresó en la Facultad de Lenguas Orientales en la Universidad de San Petersburgo y aprendió la historia islámica a manos del orientalista Vasily Bartold.
[2] Trasmitido de Mustafa As-Sibâ‘i, Min Rauâ’i‘ Hadâratina, Pág. 28 Y Véase la historia de escribir el libro de Nuzhat Al Mushtâq de Al Idrîsi; también revise Sigrid Hunke, Allah’s sun over the occident, págs. 416-417.
[3] ‘Azîz Ahmad, Târîj Siqil-liah, Pág 76.
[4]Adelardo el inglés, es Adelardo de Bath (1070-1125 d.C.) nació en la ciudad Bath según la cual se nombrayerivado else nombrae the occident el libro de , buscó el conocimiento en Tours, Al-Ándalus y Sicilia. Y cuando volvió a Inglaterra, se le encargó de ser el Profesor del príncipe Henry, quien después llegó a ser el rey Henry II.
[5] Nayîb Al ‘Aqîqi, Al Mustashriqûn 1/111.
[6] Michael Scot, (1175-1235 d.C.) Escocés, investigador, matemático, médico y astrólogo. Tradujo varias obras de Aristóteles del árabe y del hebreo. Estudió con los árabes en Al-Ándalus y trabajó en Sicilia en la corte del emperador Federico II.
[7] Vease, Mahmûd Al Yalîli, Ta’zîr At-Tib Al ‘Arabi Fi Al Hadârah Al Ûrûbiah, Enlace: http://www.islamset.com/arabic/aislam/civil/civil1/algalely.html
[8] Transmitido de Mustafa As-Sibâ‘i, Min Rauâ’i‘ Hadâratina, Pág. 28
[9] Ibn Yubair, Rihlat ibn Yubair, Pág. 298
[10] Era el diván de la administración financiera de la isla.
[11] Era un diván derivado del diván de At-Tahqîq y se dedicaba al tesoro público.
[12] Era un diván dedicado a registrar la venta de los terrenos.
[13] L. Jinwardy, Ad-Dafâtir An-Nurmâniah, 1/159-164.
[14] ‘Azîz Ahmad, Târîj Siqil-liah, Pág. 77 con modificación.
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