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Es sumamente probable que si no fuera por los árabes, la civilización europea moderna nunca hubiera asumido ese carácter que le ha permitido superar todas las fases anteriores de su evolución.
Muchos occidentales intentan menospreciar la civilización islámica tal como su papel en el desarrollo de la humanidad; pues, algunos sostienen que los musulmanes eran simplemente copiadores de los antepasados, mientras que otros afirman que esta civilización no merece todo este cuido, atribuyendo el mérito solamente a los griegos y a los romanos, y que sólo ellos son los maestros de los occidentales, sobrepasando así el papel de los musulmanes, afirmando que ellos no tenían mérito en nada. También hay quien menosprecia la influencia de la civilización islámica; fingiendo que fueron hábiles en unos tipos de ciencias que no necesitan pensamiento ni hacer trabajar la mente; tal como la historia y la geografía, y que todo lo demás, lo copiaron y transmitieron de otros, sin tanta crítica, corrección o agregación.
Y la verdad es que ésta es la condición de los envidiosos y negadores de entre los enemigos de los musulmanes, tal como los que ignoran la posición de estos últimos y su papel en la marcha de la humanidad. Por otro lado, los orientalistas y los historiadores que vieron el gran mérito y la contribución destacados de los musulmanes a la civilización humana, eligieron la verdad y la reconocieron, atribuyendo el mérito a su gente y escribieron al respecto muchos libros y estudios justos que muestran el mérito innegable de los musulmanes y su influencia incuestionable, hasta que uno de ellos dijo: “Ya es la hora para hablar sobre un pueblo que afectó fuertemente en los incidentes mundiales, y tanto el Occidente como toda la humanidad le deben mucho al mismo.”[1].
Los justos europeos dieron más testimonios en esta área. Y quizá eso se deba principalmente a dos factores importantes; el primero radica en las grandes contribuciones de los musulmanes y de la civilización islámica a este campo, mientras que el segundo reside en contestar a los fanáticos y populistas quienes niegan cualquier creación e innovación realizada por una mente musulmana, lo cual se refleja en las ciencias experimentales, como: la mecánica, la geometría, la astronomía, etc.
Y aquí van los testimonios de los occidentales justos al respecto:
El historiador norteamericano Robert Briffault dijo: “Es sumamente probable que si no fuera por los árabes, la civilización europea moderna nunca hubiera asumido ese carácter que le ha permitido superar todas las fases anteriores de su evolución.”[2].
Sigrid Hunke dijo: “Los árabes evolucionaron, a través de sus pruebas e investigaciones científicas, tomaron la materia primera de los griegos, y la formaron de una nueva forma. Pues, los árabes –en realidad– son los que inventaron el método de la investigación científica verdadera basada en la prueba. Los árabes no solamente salvaron la civilización griega de la desaparición, la organizaron y la ordenaron y después la regalaron al Occidente, sino que fueron los fundadores de los métodos experimentales en la química, la naturaleza, la matemática, la algebra, la geología, la trigonometría y la sociología, aparte de un número interminable de descubrimientos e inventos individuales en las varias ramas de las ciencias -que en gran parte fueron robados y atribuidos a otros. Así que los árabes presentaron el regalo más valioso; es decir, el método de la investigación científica correcta, la cual allanó el camino ante el Occidente para saber los secretos de la naturaleza y dominarla hoy en día”[3].
Sigrid Hunke agregó: “La verdad es que Roger Bacon, Varolam Bakuvun, Leonardo da Vinci o Galileo, no fueron los que fundaron la investigación científica, sino que los árabes fueron los primeros en este sentido, y lo que Ibn Al Haizam -conocido como Alhacén para los europeos – logró, era justamente la ciencia natural moderna, gracias a la teoría meditada y al experimento preciso”[4].
También dijo: “Al Hasan ibn Al Haizam era uno de los profesores árabes que más tuvieron influencia sobre el Occidente. Pues, la influencia de este genio árabe sobre el Occidente, era grandiosa; de modo que sus teorías sobre la física y la oftalmología dominaron las ciencias europeas hasta hoy en día. Ya que en base al libro llamado Al Manâdhir [Libro de óptica], escrito por Ibn Al Haizam, fue establecido todo lo relativo a la óptica, desde el inglés Roger Bacon hasta el alemán Viloa. Y en cuanto a Leonardo da Vinci, el inventor italiano de la cámara estenopeica, la bomba, el torno y el primer avión –como fingen-; fue influido directamente por los árabes, ya que las obras de Ibn Al Haizam le inspiraron muchas ideas. Además, cuando Johannes Kepler en Alemania, el siglo XVI, investigó las leyes mediante las cuales Galileo pudo ver estrellas desconocidas a través de un telescopio grande, eso era bajo la influencia de Ibn Al Haizam. No obstante, hasta hoy en día sigue la cuestión física matemática difícil que fue solucionada por Ibn Al Haizam a través de una ecuación de cuarto grado mediante la cual justificó su gran habilidad en el álgebra. Así que decimos: la cuestión basada en la ubicación del punto de donde se saca la imagen reflejada por el espejo que quema por los círculos a una distancia del mismo, sigue siendo llamada la cuestión Haizamita; atribuyéndola a Ibn Al Haizam mismo”[5].
Y Florian Cajori dijo en su libro llamado “A History of Physics”: “Los científicos árabes y los musulmanes fueron los primeros que comenzaron y defendieron tenazmente el método experimental, el cual se considera un orgullo suyo; ya que ellos fueron los primeros en comprender su beneficio e importancia para las ciencias naturales, encabezados por Ibn Al Haizam.”[6].
Max Vantijo dijo: “Todas las evidencias confirman que la ciencia occidental debe a la civilización árabe-islámica su existencia, y que el método científico moderno basado en la investigación, la observación y la prueba, que fue adoptado por los científicos occidentales, era el resultado de la comunicación entre éstos (los científicos occidentales) y el mundo islámico a través del Estado de los árabes musulmanes en Al-Ándalus”[7].
Daniel Brevolt dijo: “Y desde el año 700 d.C., la civilización árabe-islámica empezó a extenderse desde el este del mediterráneo y hasta Persia por el este y España por el oeste; de modo que se redescubrió una gran parte del conocimiento antiguo, y fueron registrados nuevos descubrimientos en las matemáticas, la química, la física y otras ciencias. Así que tanto en este campo como en otro, los árabes eran los maestros de Europa, de modo que contribuyeron al renacimiento de las ciencias en este continente”[8].
El investigador alemán Dr. Per Burman dijo: “Los logros de los musulmanes en el mundo, son obvios en todos los ámbitos de las ciencias y de la cultura; más bien, sus logros en el campo de la medicina son innegables. Y eso es lo que me incitó a escribir un libro bajo el título de (‘La medicina islámica en la era medieval’.” También dijo: “Me llevó a escribir este libro, el hecho de que siendo cristiano alemán, debo el mérito de una parte de mi cultura a la cultura islámica, y esto es lo que intento clarificar y confirmar a pesar de los intentos de algunos para borrar el papel importante que los musulmanes ejecutaron en Europa y en el mundo. Así que me dediqué con mi colega, la investigadora Emilie Savage-Smith[9], a numerar los logros de los musulmanes en el campo de la medicina en la edad medieval”. Y agregó: “Los hospitales islámicos eran Auqâf [Plural de Uaqf, dotación (islámica)] que presentaban el servicio médico a toda la gente, sin importar a qué religión pertenecían; de modo que había judíos, cristianos, mandeos, zoroastrianos [adoradores del fuego] y otros. Así que el hospital islámico brindaba tratamiento a todos; lo cual significa una gran tolerancia islámica con los no musulmanes”. Y sobre las enfermedades donde los musulmanes agregaron un nuevo conocimiento; dijo: “Son muchas enfermedades, pero la más grave es la melancolía”[10].
Y Will Durante dijo: “Los musulmanes casi fueron los que inventaron la química como una ciencia; ya que introdujeron la observación precisa, los experimentos científicos y el cuido de los resultados en el campo donde los griegos –según lo que sabemos – enfocaron en la experiencia industrial y las suposiciones ambiguas”[11].
Donald Routledge Hill dijo: “Ar-Razi fue merecidamente considerado uno de los fundadores principales de la química moderna; gracias a su comparación metodológica y su insistencia en la importancia del trabajo experimental”[12].
También hay otra declaración suya donde fue mencionado: “Los musulmanes supieron cómo programar la densidad relativa antes que los europeos por mucho tiempo; sin embargo, el fuerte interés en este tema, comenzó en Europa cerca del siglo XVII d.C., y alcanzó su cumbre en el trabajo de Robert Boyle (Falleció en 1691 d.C.) quien concretó la densidad relativa del mercurio –por ejemplo– con dos métodos diferentes, que dieron las dos medidas de (13.76) y (13.357), y ambas son de menos precisión que el valor que fue registrado por Al Jâzini, pues la mayoría de sus resultados eran perfectamente precisos”[13].
Mientras que Gustave Le Bon dijo: “Los libros de Yâbir componen una enciclopedia científica que incluye el resumen de la química alcanzada por los árabes en su época. Además, estos libros albergan la descripción de muchas composiciones químicas que no fueron mencionadas antes de él; tal como el ácido nitroso indispensable en la química”[14].
Florian Cajori, el historiador famoso en las ciencias, dijo: “La mente se asombra al ver lo que los árabes y los musulmanes lograron en la ciencia del álgebra; ya que el libro de Al Juârizmi llamado Al Kitâb Al Mujtasar fi Hisâb Al Jabr Ua Al Muqâbalah [Compendio de cálculo por el método de completado y balanceado], representa una referencia para ambos científicos musulmanes y europeos de modo igual, quienes dependieron del mismo en sus investigaciones, y copiaron de él muchas teorías. Por lo tanto, se puede decir que Al Juârizmi es el fundador de la ciencia del álgebra con sus principios correctos”[15].
Joan Vernet dijo: “Si reflexionamos con precisión, encontraremos que el origen de la evolución científica de las matemáticas para los musulmanes, comenzó desde el Sagrado Corán, al mencionar –en el mismo- los reglamentos complicados sobre la repartición de la herencia. Sin embargo, Al Juârizmi se considera el primer matemático musulmán, y nosotros debemos a él su intento de poner un orden sistemático en lengua árabe para todos los conocimientos científicos y el calendario; también, adeudamos a él el término español “guarismo”, lo cual significa la numeración (o sea, los números y el cero). Además, el álgebra es el segundo ámbito donde Al Juârizmi trabajó, y es una rama de las matemáticas que hasta aquel momento no era tema de ningún estudio serio”[16].
Draper dijo: “Era una costumbre de los árabes[17] observar y examinar, y consideraron la geometría y las ciencias matemáticas como medios para medir. Y merece la pena mencionar que lo que escribieron en la mecánica, los líquidos y la óptica, no se basó en la simple teoría, sino que dependieron de la observación y el experimento, con lo que tenían de máquinas e instrumentos. Y eso fue lo que les habilitó inventar la química, y los llevó a innovar los filtros, los medios de evaporación y del levantamiento de pesos; por lo tanto, se les dio un gran paso para mejorar las cuestiones de la geometría y la trigonometría”[18].
David Eugene Smith dijo en su libro llamado “History of Mathematics”, en el segundo volumen: “Sostienen que la ley del péndulo fue descubierta por Galileo, mientras que Ibn Yûnus la notó primero y le adelantó a la misma; ya que los astrónomos árabes utilizaban el péndulo para calcular los periodos temporales durante la observación”. Y George Sarton agregó en su libro llamado “Introduction to the History of Science”: “Ibn Yûnus se considera sin duda de los grandiosos del siglo XI d.C., y el astrónomo egipcio más famoso, y él es el descubridor del péndulo”[19].
Gautier dijo: “Los árabes nos enseñaron cómo fabricar el libro, la pólvora y la brújula; entonces, tenemos que pensar cómo habría sido nuestro renacimiento sin estos hechos que nos llegaron de la civilización árabe”[20].
Y Charles Seignobos dijo: “Los árabes recopilaron y acercaron todos los inventos y conocimientos del mundo antiguo en el Oriente (como los griegos, los persas, los indios y los chinos), y ellos los transmitieron a nosotros, así que muchos términos [suyos] fueron introducidos en nuestra lengua; y son testigos sobre lo que transmitimos de ellos. Asimismo, a través de los árabes, el mundo occidental bárbaro entró en el campo de la civilización. Y si nuestros pensamientos e industrias están relacionados con el pasado, entonces el total de los inventos que hacen la vida fácil y amable nos llegaron de los árabes. También los europeos copiaron la fabricación del Popelín de entre las cosas que copiaron de los árabes. Y los habitantes italianos de la ciudad de Pisa, residían en Bejaia en Argelia; para aprender de ellos la fabricación de las velas, y de allí, la trasladaron a sus tierras y a Europa”[21].
Rison dijo: “La extensión de la urbanización de los árabes y la rápida difusión de su autoridad en la Tierra, nos hizo saber la posición de la civilización árabe; puesto que esta espléndida civilización en la era medieval, era una mezcla de las civilizaciones bizantina y persa. Y esta mezcla civil se llevó a cabo a través de dos asuntos: la pasión de los árabes por el comercio y por la urbanización. Además, a causa de su inteligencia ardiente y por la curiosidad que fue inculcada en ellos, navegaron en el mar de las ciencias naturales y matemáticas, y tienen el mérito por sus números árabes sobre todas las naciones, y por inventar el método de completado y balanceado y mejorar la geometría”[22].
Por otro lado, la enciclopedia británica dice: “La verdad es que muchos nombres de los medicamentos y muchas de sus composiciones conocidas hasta hoy en día, aparte de la base general de la farmacia moderna -salvo por supuesto las modificaciones químicas modernas-, fueron comenzados por los árabes”[23].
[1] Sigrid Hunke, Allahs Sonne über dem Abendland (El sol de Allah brilla sobre occidente), pág. 11.
[2] Robert Briffault, The Making of Humanity (La formación de la humanidad), transmitido de Anuar Al Yindi, Muqaddimât Al ‘Ulûm Ua Al Manâhiy 4/710.
[3]Sigrid Hunke, Allahs Sonne über dem Abendland, pág. 401, 402.
[4] Ibídem, 148, 149.
[5] Ibídem, pág. 150.
[6] Véase: ‘Ali ‘Abdul-lâh Ad-Difâ‘, Al ‘Ulûm Al Bahtah Fi Al Hadârah Al ‘Arabiah Al Islâmiah, pág. 303.
[7]Max Vantijo: en un discurso en la conferencia de la civilización árabe islámica celebrada en la Universidad de Princeton en Washington en el año 1953 d.C. Consulte: Shauqi Abu Jalîl, Hani Al Mubârak, Daur Al Hadârah Al ‘Arabiah Ua Al Islâmiah Fi An-Nahdah Al Urubiah [El papel de la civilización árabe-islámica en el renacimiento europeo], pág. 125
[8] Daniel Brevolt, El surgimiento de la humanidad, pág. 84.
[9] Emilie Savage-Smith: es una historiadora británica y experta en la facultad de Santa Cruz, en la universidad británica de Oxford.
[10] Una entrevista con él en el diario egipcio de Al Akhbâr, con fecha 13-4-2007 d.C.
[11] Abu Zaid Shalabi, Târîj Al Hadârah Al Islâmiah Ua Al Fikr Al Islâmi [La historia de la civilización y el pensamiento islámicos], pág. 356.
[12] Véase, Donald Routledge Hill, Islamic Science and Engineering [Las ciencias y la geometría en la civilización islámica], traducido por Ahmad Fu’âd Bâsha, pág. 102.
[13] Ibídem, pág. 98.
[14] Gustave Le Bon, La Civilisation des Arabes (La civilización de los árabes), pág. 475.
[15] Véase: ‘Ali ‘Abdul-lâh Ad-Difâ‘, Râua’i‘ Al Hadârah Al ‘Arabiah Al Islâmiah Fi Al ‘Ulûm, pág. 64.
[16] Joan Vernet, Las matemáticas, la astronomía y la óptica, un estudio publicado en un libro llamado”The Legacy of Islam [El legado del Islam] bajo la supervisión de Schacht y Bosworth, la tercera parte, pág. 168.
[17] Hay que observar que el término “los árabes” para muchos orientalistas refiere a los musulmanes como lo es aquí.
[18] Muhammad Kurd ‘Ali, Al Islâm Ua Al Hadârah Al ‘Arabiah (El Islam y la civilización árabe) 1/ 227, 228.
[19] Véase: ‘Ali ‘Abdul-lâh Ad-Difâ‘, Al ‘Ulûm Al Bahtah Fi Al Hadârah Al ‘Arabiah Al Islâmiah, pág. 302.
[20] Muhammad Kurd ‘Ali, Al Islâm Ua Al Hadârah Al ‘Arabiah 1/ 226.
[21] Ibídem, 1/ 233, 234.
[22] Muhammad Kurd ‘Ali, Al Islâm Ua Al Hadârah Al ‘Arabiah, pág. 231.
[23] La enciclopedia británica 18/46, edición 11.
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