Short Description
Judíos, pese a que dieron testimonio que no hay otra divinidad sino Allah y Muhammad es Su Profeta enviado a la humanidad,no abrazaron el Islam y murieron incrédulos
Huiai ibn Ajtab:
La madre de los creyentes Safîah, la hija de Huiai Ibn Ajtab, el jefe de los judíos de Banî Quraidhah, dijo: “Yo era la más querida de entre mis hermanos para mi padre y mi tío Abû Iâsir, y cada vez que me veían con un hijo suyo, me elegían a mí para acompañarlos dejando al otro hijo”. Continuó: “Cuando el Mensajero de Al-lâh llegó a Medina y se estableció en Qubâ’ con Banî ‘Amr ibn ‘Auf, mi padre Huiai ibn Ajtab y mi tío Abû Iâsir ibn Ajtab salieron a verlo en la oscuridad de las últimas horas de la noche y no regresaron hasta la puesta del sol. Volvieron cansados, desalentados y andando despacio. Al verlos, me apresuré, como era mi costumbre, a recibirlos con una sonrisa, pero ninguno de ellos me prestó atención debido a la amargura que sentían. Escuché a mi tío Abû Iâsir decirle a mi padre Huiai: “¿Realmente es él (quiere decir, el Mensajero de Al-lâh)?”. Le respondió: “¡Juro por Al-lâh que es él!”. Volvió a preguntarle: “¿Realmente lo reconociste?”. Contestó: “Si”. Le preguntó: “¿Y qué harás al respeto?”. Contestó: “Seré su enemigo a lo largo de mi vida”[1].
Un muchacho judío que vivía en la época del Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam):
Anas (que Al-lâh Esté complacido con él) narró: “Había un muchacho judío que servía al Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam). Una vez se enfermó, así que el Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) le visitó, se sentó cerca de su cabeza y le dijo: “Abraza el Islam”, El muchacho miró a su padre, quien estaba presente, y éste le dijo: “Obedece a Abû Al Qâsim[2]”. Entonces el muchacho abrazó el Islam. Así que el Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) salió de allí diciendo: “¡Alabado sea Al-lâh Quien lo Ha salvado del Infierno!”[3].
Otro judío:
Zaubân, el esclavo liberado del Mensajero de Al-lâh (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam), dijo: “Estaba con el Mensajero de Al-lâh (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) cuando llegó un rabino de los judíos y le dijo: “¡La paz sea contigo, Muhammad!”. Entonces yo le di un empujón que casi lo tiró de espaldas. Él me dijo: “¿Por qué me empujas?”. Contesté: “¿Por qué no dices: oh Mensajero de Al-lâh (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam)?”. Dijo el judío: “Lo llamamos con el nombre que le dio su familia”. Entonces dijo el Mensajero de Al-lâh (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam): “Ciertamente mi nombre es Muhammad, es el nombre que me puso mi familia.” Y dijo el judío: “He venido para preguntarte”. Le dijo el Mensajero de Al-lâh (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam): “¿Te beneficiará en algo si te contesto?”. Dijo (el judío): “Te prestaré oídos”. Entonces el Mensajero de Al-lâh (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) trazó una línea en el suelo con un palito que tenía en su mano, y dijo: “Pregunta.” El judío preguntó: “¿Dónde estará la gente el día en que la tierra se cambiará en otra tierra y los cielos (también)?”. El Mensajero de Al-lâh (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) contestó: “Estarán en la oscuridad al lado del puente [es decir, el Sirât]”. Dijo (el judío): “¿Quién de la gente serán los primeros en cruzar (el puente)?”. Contestó: “Los pobres de entre los Muhayirûn [los emigrantes de La Meca a Medina]”. Dijo el judío: “¿Y con qué se los agasajará cuando entren en el Paraíso?”. Dijo: “Con el lóbulo del hígado de pescado”. Preguntó: “¿Y qué comerán después?”. Dijo: “Será sacrificado para ellos el buey del Paraíso que se ha alimentado en sus diferentes lados”. Preguntó: “¿Y cuál será su bebida?”. Contesto: “Beberán de una fuente en él, llamada Salsabîl”. Dijo el judío: “Has dicho la verdad. He venido a preguntarte también sobre algo que no lo sabe ninguna persona en la tierra excepto un Profeta o una o dos personas”. Dijo el Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam): “¿Te será de beneficio si te contesto?”. Respondió: “Te prestaré mis oídos. Vine a preguntarte sobre el hijo”. El Mensajero (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) contestó: “El líquido del hombre es blanco y el de la mujer es amarillo, y cuando se unen (a raíz de una relación sexual) y el semen del hombre prevalece sobre la secreción de la mujer, el niño será un varón, con el permiso de Al-lâh, pero si la secreción de la mujer prevalece sobre el semen del hombre, será hembra con el permiso de Al-lâh”. Dijo el judío: “Has dicho la verdad; ciertamente eres un Profeta”. Luego se dio vuelta y se fue. Entonces dijo el Mensajero de Al-lâh (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam): “Me ha preguntado sobre cosas de las que yo no tenía conocimiento hasta que Al-lâh me lo Dio”[4].
Los judíos y el Corán:
Târiq ibn Shihâb dijo: “Un judío fue a Omar ibn Al Jattâb (que Al-lâh Esté complacido con él) y le dijo: “¡Oh emir de los creyentes!, hay un versículo en vuestro Libro, que si se nos hubiera revelado a nosotros, los judíos, habríamos hecho el día de su revelación un día festivo”. Omar (que Al-lâh Esté complacido con él) preguntó: “¿Qué versículo es?” Él respondió: “Aquel en el que Al-lâh Dice [Traducción del significado]: {Hoy os He perfeccionado vuestra religión, He completado Mi gracia sobre vosotros y He dispuesto que el Islam sea vuestra religión[5]}”. Omar dijo: “Juro por Al-lâh que sé el día y el lugar en los que este versículo le fue revelado al Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam). Fue en la noche de ‘Arafah, un viernes”[6].
[1] [Ibn Hishâm, As-Sîrah An-Nabauîah 1/517].
[2] Nota del traductor: Abû Al Qâsim es el apodo del Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam).
[3] [Al Bujârî (1290)][Abû Dâûd (3095)][Ahmad (13399)].
[4] [Muslim (315)][Ibn Hibbân (7422)][Al Hâkim (6039)].
[5] [Corán 5:3]
[6] [Al Bujârî (45)] [Muslim (3017)].
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