Short Description
"Lo que es importante es que el Corán es la única obra que ha sobrevivido por más mil doscientos años con un texto no adulterado" Bodley
Coronel Ronald Victor Bodley fue un teniente que se unió al ejército británico en 1908 y fue promovido hasta que se convirtió en un coronel. Trabajó en la unidad del ejército británico en Irak y luego en Jordania oriental en 1922. También trabajó como asesor de la monarquía de Masqat en 1924. Fue el primero en cruzar el Desierto de Rub al-Jali [literalmente ‘Cuarto Vacío’] y explorar sus misterios en 1930-1931. Después de dejar el servicio, se fue a vivir entre los árabes del desierto. Escribió mucho sobre el desierto y Oriente. De sus libros más importantes, puede hacerse mención de: The Messenger, the life of Mohammed [El Mensajero: La vida de Mohammed]; Sahara; The soundless Sahara [El Sahara silencioso]; Indiscreet travels East [Indiscretos viajes al Oriente]; y otros.
Del Mensajero, la vida de Mohammed:
La Eternidad
"La prueba de esta relación amistosa es que, con la excepción de España, todos los países que los musulmanes penetraron entre los siglos VII y XIV se han mantenido fieles a la causa del Islam y consideran a La Meca como el centro de sus civilizaciones[1]"[2].
Fue adelantado a su tiempo
Bodley argumenta que si él (Muhammad - paz y bendiciones sean con él-) hubiera incluido la mutilación (de órganos) como una de sus predicaciones, sólo habría mantenido una de las tradiciones comunes en su propio tiempo y conocida entre los cristianos durante y después de él. Cuando los cruzados invadieron la Tierra Santa en 1099, dejaron a su paso muerte y destrucción en todo lugar que encontraron. Pero, cuando Saladino los derrotó, él no exigió retribución de ellos, ni los musulmanes arruinaron los lugares que conquistaron, a diferencia de lo que los combatientes eclesiásticos habían hecho con ellos. Por el contrario, cuando los musulmanes pisaban una tierra, algo nuevo mayor y mejor era creado[3].
Una posición más elevada
Sobre las leyes de los bienes personales en el Islam, dice que ellos colocaron a la mujer en una posición superior a la suya en cualquier país occidental en aquel entonces. Un hombre musulmán en esos días no tenía autoridad sobre los bienes de su esposa, a diferencia del esposo en muchas comunidades europeas. Hace casi 1300 años, el Islam hizo que la mujer fuera libre e independiente de su marido para disponer de sus posesiones[4].
Poligamia
Aunque Bodley no acepta la poligamia, dice: "No es más justo representar a la poligamia como parte de Islam, que, por ejemplo, representar a la esclavitud como parte del cristianismo. La esclavitud coexistió con el cristianismo y trató de ser justificada por el cristianismo, incluso hasta el final del siglo XIX. Lo mismo puede decirse de la poligamia y el Islam, con la diferencia de que poligamia unió a las familias en lugar de desunirlas e hizo de la familia una institución sagrada”[5].
{Ciertamente Nosotros hemos revelado el Corán y somos Nosotros sus custodios.}[6]
"Lo que es importante es que el Corán es la única obra que ha sobrevivido por más mil doscientos años con un texto no adulterado. Ni en la religión judía ni en la cristiana hay algo que apenas se compare con esto”[7].
Esencia mística del Corán
“También tiene una esencia mística que tuvo un efecto asombroso sobre los árabes. Transformó a los sencillos pastores, comerciantes y nómadas de Arabia en guerreros, forjadores de imperios, constructores de ciudades como Bagdad, Córdoba y Delhi; eruditos, dictadores y matemáticos. Fue, sin duda, este libro que ayudó a estos hombres a conquistar un mundo superior al de los persas o romanos en decenas de años mientras estos predecesores habían tomado siglos”[8].
Bajo la sombra del Islam
«La orden de Muhammad en relación con la actitud musulmana hacia el cristianismo, salvo pocas excepciones, se ha mantenido. Esto es contrario a lo que generalmente suponen los occidentales.
» Para el estadounidense o europeo promedio que profesa una religión, cualquier fe que no es la cristiana está equivocada. Incluso dentro del redil del cristianismo, las diversas denominaciones (o confesiones) se consideran mutuamente como respectivamente equivocadas. Hay poca tolerancia entre la iglesia y la capilla y ninguna entre la catedral y la mezquita. Esto no es así con el Islam.
» Mientras que la fe musulmana condena incondicionalmente la idolatría, reconoce sin reservas al cristianismo.
» En la segunda sura del Corán y en el quinto, Muhammad escribió[9]: {Por cierto que quienes creyeron [en los Mensajes que trajeron los Profetas anteriores a Moisés], los judíos, los cristianos y los sabeos que hayan tenido fe en Al-lâh y en el Día del Juicio, y hayan obrado correctamente tendrán su recompensa junto a su Señor, y no temerán ni se entristecerán}[10], {Por cierto que quienes de entre los creyentes, judíos, sabeos y cristianos crean en Al-lâh y en el Día del Juicio, y obren con rectitud no temerán ni se entristecerán}[11] y {y los más allegados a ellos [es decir a los creyentes] en afecto son quienes dicen: Somos cristianos. Esto es porque entre ellos hay sacerdotes y monjes [sabios y desapegados], y porque no son soberbios}[12]
» Discutiendo las condiciones en las que los judíos y los cristianos podrían permanecer en tierra musulmana y ser considerados como parte de la comunidad, Muhammad agregó: "El que agravia a un judío o a un cristiano me tendrá como su acusador".
» Una y otra vez recomendó esta tolerancia hacia la fe que era tan parecida a la suya. En todos sus tratados con los cristianos, invariablemente les garantizó la libertad de culto.
» Cuando Omar se convirtió en califa y capturó Jerusalén, dio mandamientos rígidos de que no debían ser dañados ni los cristianos ni sus iglesias. Cuando los musulmanes invadieron España en el siglo VIII, todo lo cristiano fue respetado, y siguió siéndolo hasta la desintegración del Imperio árabe en Europa durante el siglo XV. No continuó cuando los cristianos recuperaron el control. Las conversiones forzadas de la Santa Inquisición tomaron el lugar de la benevolencia musulmana»[13].
Este peregrinaje es un testigo
La peregrinación es el testigo más grande de la democracia del Islam, dice Bodley. Allí se reúnen los musulmanes, sean ellos europeos, asiáticos o africanos, sean humildes o emires, comerciantes o combatientes; se ponen la misma prenda simple que Muhammad y sus seguidores llevaban en la Peregrinación de Despedida en 632 d.C. Todos consiguen el mismo alimento, comparten las mismas tiendas y son tratados sin discriminación, sea que vengan de los extremos más lejanos de Sierra Leona o del Palacio del gobernador de Hyderabad: todos son musulmanes[14].
El gran gobernante
Aunque (Muhammad) gobernó la península arábiga, no sufrió ningún daño por compartir alimentos con un esclavo o un dátil con un viajero[15].
La simplicidad del Islam
Bodley admiraba la simplicidad del Islam tanto que preveía que no se habría difundido en Europa, incluso si ‘Abd Ar-Rahmân Al Gâfiqî no fue derrotado por las fuerzas aliadas bajo el mando de Carlos Martel en la batalla de Poitiers en 732 d.C. Esto es simplemente porque los europeos eran complicados y alejados del espíritu de la naturaleza, mientras que el Islam corresponde a un pueblo no complejo cuyo espíritu está cerca de la naturaleza, y así fueron los árabes y Muhammad[16].
Como la lluvia que beneficia dondequiera que esté
Los musulmanes eran como una lluvia que siempre enriquece cualquier lugar al que llega. De seguro, Europa debe su renacimiento a los nietos de los compañeros de Muhammad, quienes llevaron el faro de la civilización, cuando Europa estaba hundida en la oscuridad de la edad medieval. La gloria de ingeniería de Damasco, Persia, Sevilla, Granada y Córdoba fue un resultado indirecto de las bases establecidas por Muhammad[17].
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[1]Bodley no menciona la verdadera razón que está detrás de esto, es decir, este período fue testigo del comienzo de la colonización europea de los territorios del mundo islámico, que impuso su religión por la fuerza y el tormento, a tal punto que el Islam comenzó a desvanecerse y desaparecer incluso bajo coacción y opresión especialmente en algunas áreas que no hablaban árabe.
[2] R. V. C. Bodley, El Mensajero: la vida de Mohammed, 95.
[3] Ibíd. 147.
[4] Ibíd. 222.
[5] Ibíd. 91-92.
[6] [Corán 15:9]
[7] Ibíd. 236.
[8] Ibíd. 238-239.
[9] Nota del traductor: Traducimos la cita fielmente, pero cabe mencionar que no fue el Profeta Muhammad quien escribió el Corán, sino que le fue inspirado por Al-lâh.
[10] [Corán 2:62]
[11] [Corán 5: 69]
[12] [Corán 5: 82]
[13] Ibíd. 314-315.
[14] Ibíd. 339.
[15] Ibídem.
[16] Ibíd. 340.
[17] Ibíd. 147.
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