Cuando el hombre entienda la realidad del Hayy (peregrinación mayor), las sabidurías y los secretos por el cual fueron legislados sus rituales, eso le prepara para realizar un Hayy aceptado por Al-lah, ya que cumplir con dichos ritos es igual como rezar con humildad; de modo que cuanto más el hombre sea humilde al rezar, será más aceptada su oración. Lo mismo ocurre con el Hayy, pues cuánto más el hombre entienda su realidad, su espíritu, sus sabidurías y sus metas, tomando todo eso como un medio para corregir su creencia y su conducta, más será aceptado, recompensado y beneficioso su Hayy. Sin embargo, nadie puede alcanzar tal grado a menos que se prepare bien a sí mismo, reflexione profundamente y busque los secretos escondidos del Hayy y sus sabidurías, pero quien no hace esto, entonces se teme que su acción no sea sino una mezcla de turismo y fatiga, nada más.

De las sapiencias y las metas más destacadas que el peregrino debe sentir al realizar el Hayy:

1-      Conseguir la Taqwa (la piedad religiosa):

El objetivo principal del Hayy es conseguir la piedad, por eso observamos que ésta tiene una relación tan fija con el Hayy; algo que aparece evidentemente en las aleyas del Hayy donde Al-lah Dice (lo que se interpreta en español):

● {Y completad la peregrinación y la ‘Umrah [visita ritual a la Casa Sagrada, que puede realizarse en cualquier época del año] por Al-lah…Temed a Al-lah y sabed que Al-lah Es severo en el castigo} [Corán 2:196]

● {Aprovisionaos para el viaje y [sabed que] la mejor provisión es la piedad.}  [Corán 2:197] 

2-      Arraigar y asegurar la cuestión del Tawhid (Unicidad de Al-lah) dentro de las almas:

El Hayy se concentra sobre tener la intención dirigida solamente hacia Al-lah, Enaltecido Sea, y dedicarle el acto a Él Solo sin alguien más. Al-lah Dice (lo que se interpreta en español): {Y completad la peregrinación y la ‘Umrah [visita ritual a la Casa Sagrada, que puede realizarse en cualquier época del año] por Al-lah…}  [Corán 2:196], y Dice en las aleyas del Hayy (lo que se interpreta en español): {Apartaos, pues, de la impureza de los ídolos, y apartaos de decir falsedades. Sed monoteístas y creed en Al-lah, y no seáis idólatras.} [Corán 22:30-31]. También, al decir la Talbiah, la cual es un rito del Hayy, aparece claramente la Unicidad de Al-lah durante efectuar los ritos diciendo: Labbaika Al-lahumma labbaik, labbaika la sharika laka labbaik. Innal hameda wan-ni‘mata laka wal muluk, la sharika lak (Respondo a Tu llamado ¡Oh, Al-lah! Respondo a Tu llamado. Respondo a Tu llamado ¡No Tienes copartícipe alguno! Respondo a Tu llamado. Ciertamente la alabanza, la gracia y la soberanía Te pertenecen. ¡No Tienes copartícipe alguno!).

Además de que el Hayy se consolida a base de seguir al Mensajero, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam sólo, y no practicar los actos de obediencia adoptando métodos fuera de la guía profética, ya que no hay lugar para las pasiones y los deseos propios mientras se efectúan los ritos, sino que se debe tomar al Profeta, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, como ejemplo e imitar sus actos al realizar los rituales.        

3-      Respetar los rituales de Al-lah y Sus cosas inviolables:

De los objetivos y las sabidurías más importantes del Hayy, es educar al siervo a respetar los ritos de Al-lah y sus cosas inviolables, glorificarlos y amarlos, sintiendo vergüenza de atacarlos o violarlos. Al-lah, el Majestuoso, Dice en las aleyas del Hayy (lo que se interpreta en español): {Sabed que respetar los ritos de Al-lah dimana de la piedad de los corazones}  [Corán 22:32]       

4-      Educar al hombre a adoptar las buenas morales y las cualidades virtuosas; de eso:

-          La castidad: Al-lah Dice (lo que se interpreta en español): {La peregrinación se realiza en meses consabidos, y quien en ellos se consagrara para hacerla, deberá abstenerse [durante la peregrinación] de las relaciones maritales}  [Corán 2:197]. Las relaciones maritales incluye el coito y las señales preliminares de actos y hechos que llevan a realizarlo.

-          Controlar la cólera y abandonar las discusiones y las disputas: Al-lah Dice (lo que se interpreta en español): {La peregrinación se realiza en meses consabidos, y quien en ellos se consagrara para hacerla, deberá abstenerse [durante la peregrinación] de las relaciones maritales, los actos de desobediencia y las discusiones.} [Corán 2:197] ‘Ata’, que Al-lah lo Perdone, dijo: "Las discusiones significa disputar con tu compañero haciéndole enfadarse contigo e incitándole a provocarte la ira". Y la aleya se refiere a prohibir las discusiones detestables exageradas solamente, es decir las que tienen que ver con los debates inútiles según la Shari‘ah”.

-          La indulgencia, la blandura y el sosiego: cuando el Profeta, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, escuchó una reprimenda fuerte, golpeo y el ruido de los camellos al dejar la zona de Muzdalifah, dijo: “¡Oh gente! Estáis tranquilos, ya que la piedad no se consigue por la aceleración”.  [Marfu‘]

-          Negar la propia entidad e integrarse en el grupo: durante el Hayy, el siervo se niega a sí mismo y abandona los actos que le benefician solamente a él, eso a favor de unirse a sus hermanos peregrinos y participar con ellos respecto al vestido, el vítor, el movimiento y la acción.

-          Asumir la responsabilidad al cometer los errores: eso se nota representado evidentemente en la expiación obligada al realizar, deliberadamente, cualquier acto prohibido durante el Ihram, como equivocarse al permanecer en ‘Arafah, dejar ‘Arafah y dirigirse a Muzdalifah antes del ocaso del sol, etc.

N.T. Ihram: Estado ritual de la sacralización: en que se prohíben temporalmente unas prácticas, como cortar el pelo, afeitarse, cortarse las uñas,  perfumarse, tener relaciones sexuales, etc.

-          Adquirir la cualidad de la modestia: eso se observa claramente en la unidad establecida entre todos los peregrinos respecto a los ritos y los territorios sagrados relacionados con ellos, y también, a través de eliminar las diferencias materiales entre ellos, sea la lengua, la sangre, el dinero, etc. El Mensajero, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, concluyó la Jutbah (sermón) que dio en el Hayy (peregrinación mayor) de despedida diciendo: “¡Oh gente! Ciertamente vuestro Señor es Uno, vuestro padre [Adam (Adán)] es uno, y No existe superioridad de un árabe sobre alguien que no lo es. Ni existe superioridad de un no árabe sobre un árabe. Tampoco existe superioridad de una persona de raza roja sobre una persona de raza blanca. De igual manera, no existe superioridad de una persona de raza blanca sobre una persona de raza roja, excepto en lo que concierne a la Taqwa”.

-          Acostumbrarse a tener paciencia con todos sus géneros: pues el siervo se acostumbra a refrenar sus deseos alejándose de los actos prohibidos durante el Ihram e impidiéndose a sí mismo hacer algunos actos lícitos (que están permitidos fuera del Ihram), así que se expone a la dificultad y la fatiga para obedecer los mandamientos de Al-lah, Glorificado Sea, al efectuar los ritos y completarlos. Por consiguiente, eso se vuelve un motivo que le incita a alejarse de los pecados, a practicar los actos de obediencia y a aguantar el daño por la causa de Al-lah después del Hayy.

-          La generosidad y la munificencia: eso se muestra claro al encargarse de los gastos del Hayy     

5-      Hacer a la gente recordar el Último Día: el Hayy hace que la persona recuerde el Día del Levantamiento con todas sus situaciones y sus terrores de modo evidente, por ejemplo

-          Salir del propio país y abandonar a la familia: eso hace que el hombre recuerde su estado al dejar la vida mundana y empezar su viaje a la Última Vida.

-          Quitar la ropa cosida y abandonar el adorno: eso empuja al hombre a recordar la mortaja y la salida de los humanos de sus tumbas, en el Día del Levantamiento, estando descalzados, desnudos y incircuncidados, (es decir, que abandonarán este mundo igual como nacieron, sin tener nada en absoluto).

-          Viajar y experimentar el cansancio: eso lleva al hombre a recordar el aprieto y la dificultad que sufrirá en la tierra donde se reunirá la gente en el Día del Levantamiento, de modo que habrá de entre los siervos quien el sudor lo empapará hasta la boca.

6-      Someterse completamente y rendirse ante Al-lah, Enaltecido Sea: 

Durante el Hayy, el siervo se educa a someterse, rendirse y obedecer absolutamente a Al-lah, el Señor de todos los mundos, sea en la acciones del Hayy mismo, como: quitar la ropa cosida, abandonar la gala, efectuar el Tawaf, el Sa‘i, la permanencia en ‘Arafah, el lanzamiento de los guijarros, pasar la noche en Muzdalifah y Mina, afeitarse la cabeza o cortarse el pelo, etc. de los actos que quizás no se entienda claramente su sentido, y tal vez sean respecto al siervo unos meros actos que no le gustan sino que los efectúa solamente para mostrar su obediencia a Al-lah, o en lo que encierran dichas acciones en sí mismas de recuerdos antiguos desde la era de Ibrahim (Abraham), la paz sea con él, y sus consecuencias en cuanto a la sumisión, el rendimiento y preferir la complacencia de Al-lah y las cosas que Le gustan a las pasiones y los deseos propios del peregrino.

N.T. Tawaf: Las 7 vueltas que se deben dar alrededor de la Ka‘bah

El Sa‘i: Recorrer entre las dos colinas de As-Safa y Al Marwah que están cerca de la Ka‘bah, como una parte ritual del Hayy o ‘Umrah

7-      Profundizar la hermandad espiritual y la unión islámica:

Todos los peregrinos se reúnen , a pesar de la diferencia de su lengua, su color, su nacionalidad y su raza, en el mismo lugar, al mismo tiempo, con la misma apariencia, diciendo la misma llamada, para un solo objetivo, que es: creer en Al-lah, el Majestuoso, obedecer Sus órdenes y evitar Sus prohibiciones. Así que se profundiza el amor entre ellos y llega a ser una motivación para hacerles conocerse, colaborar, pensar juntos, aconsejarse unos a otros e intercambiar las experiencias entre sí; algo que les incita a llevar la responsabilidad de esta religión que los congregó y esmerarse para elevar su rango.        

8-      Enlazar a los peregrinos con sus antecedentes:

Las acciones del Hayy llevan en sí algunas memorias viejas, como: la emigración de Ibrahim, la paz sea con él, junto a su esposa y su niño lactante hacia el Hiyaz, su historia cuando le fue ordenado sacrificar a su hijo, cuando construyó la Ka‘bah y convocó a los hombres para realizar la peregrinación, hasta el tiempo de nuestro Profeta, Muhammad, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, y el recuerdo del Hayy de despedida, cuando realizaron el Hayy con él casi ciento mil Compañeros, que Allah Esté complacido con ellos, y les dijo: “Aprended de mí vuestros ritos (del Hayy)”.

Luego transcurrieron los siglos islámicos hasta el tiempo actual en el que el número de los peregrinos llega a ser más de dos millones de musulmanes; lo que hace recordar al peregrino dichos siglos y aquellas personas que presenciaron los terrenos del Masha‘ir (pl. de Mish‘ar, Muzdalifah) antes de él, y contemplar el conflicto de creencia que tuvo lugar entre los monoteístas y los politeístas sobre dichos terrenos, y lo que presentaron los monoteístas sacrificándose a sí mismos y los placeres de la vida, como la familia, el dinero y el prestigio a causa de eso, además de observar la resistencia de los politeístas, su obstinaciόn, su agresión y su defensa a favor de sus beneficios propios y sus deseos. Todo eso para comprender las razones detrás de la destrucción que afectó a quien se arruinó y las de la salvación de quien sobrevivió. De tal manera, el musulmán se procura por utilizar los medios disponibles de la salvación y se considera a sí mismo una extensión de quienes se salvaron de los profetas y los justos. Al mismo tiempo, tiene mucho cuidado con los motivos de la ruina, considerándose a sí mismo un enemigo de los pecadores, y teniendo certeza de que el buen final [en esta vida y en la última] es para los temerosos. Por lo tanto, se entera de que aquellos quienes realizaron el Hayy, de entre todos estos pueblos, murieron y por consiguiente, se percibe que el destino de todos es uno, y que él mismo morirá un día tanto como ellos, así que, como acto seguido, se aferra a la Taqwa para ganar la salvación entre las manos de Al-lah.                      

9-      Aumentar el Dhiker (el recuerdo de Al-lah, Glorificado Sea):

Quien reflexione en los rituales del Hayy, como la Talbiah, el Takbir (Decir Al-lahu Akbar: Al-lah Es el más Grande), el Tahlil (Decir la Ilaha il-la Al-lah: No hay otro Dios sino Al-lah), la suplica, etc., y también los textos del Corán y la Sunna, encontrará que recordar a Al-lah frecuentemente es de las sabidurías y las metas principales del Hayy. De estos textos: Al-lah Dice (lo que se interpreta en español): {Cuando regreséis de ‘Arafat, y os encontréis en Muzdalifah, recordad a Al-lah}  [Corán 2:198]. Y el Profeta, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, dijo: “Se legislaron el Tawaf alrededor de la Ka‘bah, el Sa‘i entre As-Safa y Al Marwah y el lanzamiento de los guijarros para establecer el recuerdo de Al-lah en la tierra”.

10-   Habituarse al orden y la disciplina:

En el Hayy, existen unas restricciones, límites, compromisos y formas fijas que no se le permite al peregrino oponerlas, los cuales le hacen acostumbrarse a adoptar el orden y conservarlo; además de educarle a la disciplina por obedecer los mandamientos y abandonar las prohibiciones. Y los textos que indican ese sentido son numerosos.  

11-   Otros beneficios:

Hay algunos beneficios del Hayy que son mundanales y otros relacionados con la Última Vida, unos individuales y otros comunes, que son incontables. Al-lah Dice (lo que se interpreta en español): {Para que atestigüen todos los beneficios [de la peregrinación].}  [Corán 22:28]

Pedimos a Al-lah, Glorificado Sea, Hacer que nuestra conducta sea recta y que nos Haga conseguir la mayor parte de dichos beneficios.

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