Short Description
Washington Irving (04/03/1783 – 28/11/1859) fue un escritor, ensayista, biógrafo e historiador de principios del siglo XIX. Es mejor conocido por sus relatos cortos La leyenda de Sleepy Hollow y Rip Van Winkle,
Washington Irving (04/03/1783 – 28/11/1859) fue un escritor, ensayista, biógrafo e historiador de principios del siglo XIX. Es mejor conocido por sus relatos cortos La leyenda de Sleepy Hollow y Rip Van Winkle, que aparecen en su libro, El Libro de apuntes de Geoffrey Crayon, Gent. Sus obras históricas incluyen biografías de George Washington, Oliver Goldsmith, y el Profeta Muhammad (sal-lal-lâhu alaihi wa sal-lam); así como varias historias de la España del siglo XV tratando temas como Cristóbal Colón, los Moros y la Alhambra. Irving también sirvió como Embajador de Estados Unidos en España desde 1842 hasta 1846. Sus obras incluyen: Historia de la vida y viajes de Cristóbal Colón (1828); Biografía/historia de Washington Irving; Crónica de la conquista de Granada (1829); Cuentos de la Alhambra (1832); Mahoma y sus sucesores (1850), y otras.
Más completo y explícito
“La ley de Moisés, se dijo, que había sido, por un tiempo, guía y norma de la conducta humana. Al llegar Jesús Cristo, fue reemplazada por el Evangelio; ambos debían ahora dar lugar al Corán, que fue más completo y explícito que los códigos anteriores y pretendía reformar los abusos que se habían infiltrado en ellos a través de la negligencia o la corrupción de sus profesores. Fue la culminación de la ley divina, después de lo cual no habría más revelaciones divinas”[1].
Coronó su victoria con misericordia
“La conducta entera de Muhammad, al dominar La Meca, demostró que era un triunfo religioso, más que militar. Su corazón, también, se suavizó hacia su ciudad natal, ahora que estaba en su poder; sus resentimientos se extinguieron por el éxito y sus inclinaciones fueron hacia el perdón”[2].
El último y más grande de los profetas y mensajeros
“Muhammad fue el último, así como el más grande, de la línea de profetas enviados para dar a conocer la voluntad de Dios”[3].
Incluso en el momento de su mayor poder
“Sus triunfos militares no despertaron ningún orgullo o vanagloria como lo habrían hecho si su resultado hubiera sido destinado para fines egoístas. En el momento de su mayor poder, mantuvo la misma sencillez de modales y aspecto como en los días de su adversidad. Tan lejos de afectar el estado real, se disgustaba si, al entrar en una habitación, se le mostraba cualquier testimonio inusual de respeto. Si él aspiraba a dominio universal, era al dominio de la fe, y en cuanto al gobierno temporal que se puso en sus manos, y que utilizó sin ostentación, él no tomó ningún paso para perpetuarlo en su familia”[4].
Era más generoso que el viento incontrolable
«Las riquezas que lo colmaron por el tributo y el botín de guerra, fueron gastadas en la promoción de las victorias de la fe y en el alivio de los pobres entre sus partidarios, al grado de que su tesoro a menudo era drenado hasta su última moneda. ‘Umar ibn Al Hâriz declara que Muhammad, a su muerte, no dejó un dinar de oro ni un dírham de plata, ni un esclavo ni una esclava, o cualquier cosa menos que su mula gris, Daldal; sus armas y la tierra que él concedió a sus esposas, sus hijos y los pobres. "Al-lâh", dice un escritor árabe, “le ofreció las llaves de todos los tesoros de la tierra, pero se negó a aceptarlos”»[5].
En la causa de la verdad
“En un intento por subvertir la fe en la que se había criado, golpeó en la raíz de todas estas ventajas. En esa fe estaban basadas la fortuna y dignidad de su familia. Para abordarla debe atraer la hostilidad de sus parientes, la indignación de sus conciudadanos y el horror y odio de todos sus compatriotas. … Durante años no contó con ningún éxito material. En proporción, como dio a conocer sus doctrinas y proclamó sus revelaciones, lo sometieron a burlas, desprecio, calumnia y, finalmente, a una persecución empedernida. Esto arruinó su fortuna y la de sus amigos, obligó a algunos de sus familiares y seguidores a refugiarse en un país extranjero, lo obligó a ocultarse de la vista en su ciudad natal y finalmente lo convirtió en fugitivo para buscar un hogar incierto en otros lugares. ¿Por qué debía persistir durante años en un camino de impostura, lo cual estaba acabando con todas sus fortunas mundanas en un momento de la vida cuando ya era demasiado tarde para construir una nueva?”[6].
Millar Burrows
Es un orientalista estadounidense, jefe del Departamento de Lenguas y Literatura de Oriente Próximo y profesor de Teología Anglicana en la Universidad de Bale. Fue profesor en la Universidad de Brown, profesor visitante en el Universidad Americana de Beirut y director de la Escuela Americana de Investigación Oriental de Jerusalén (Bait Al Maqdis).
Las referencias científicas del Corán
Hay un verso en el Corán que dice que uno de los objetivos de la creación de la galaxia es llamar la atención a estudiar astronomía y utilizarla en la vida: Al-lâh Dice [traducción del significado] :{Él es Quien hizo el sol iluminación y la luna luz y decretó fases para que pudierais conocer el número de años y el cómputo…} [Corán10:5]. El Corán a menudo se refiere a la sujeción del hombre a la naturaleza como un signo que debería conducir a la gratitud y la fe: Al-lâh Dice [traducción del significado]: {Él que ha creado todas las especies y os ha dado naves y animales en que montar. Para que tomarais asiento sobre sus lomos y luego, una vez asentados, recordarais la merced de vuestro Señor y dijerais: Gloria a Aquel que nos subordinó esto, ya que nosotros no habríamos sido capaces de hacerlo.} [Corán 43: 12-13]. En el Corán, no sólo los animales, sino también las naves son sometidos y utilizados. ¿Si la nave y el camello se encuentran entre los grandes favores de Al-lâh, no sería válido para el ferrocarril, el coche y avión? Los hallazgos científicos más grandes pueden ser constructivos o destructivos. Esto es a lo que se refiere la utilización del hierro en el Corán: Al-lâh Dice [traducción del significado]: {E hicimos descender el hierro, que encierra tanto un gran poder de agresión como utilidad para los hombres} [Corán 57:25]. El ejemplo más evidente de ello es hoy en día la actividad atómica cuya investigación se lleva a cabo para fines militares[7].
[1] Washington Irving, Biografía de Muhammad, 40-41.
[2]Ibíd. 155.
[3]Ibíd. 41.
[4]Ibíd. 199.
[5]Ibíd. 199.
[6]Ibíd. 195-196.
[7]Millar Burrows, Cultura Islámica y Vida Contemporánea (traducción del título), Pág. 51.
Comentarios
Envíe su comentario