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Fue un famoso orientalista británico que comenzó su carrera científica en la Universidad de Cambridge, donde aprendió árabe, a causa de su amor por este idioma
Fue un famoso orientalista británico que comenzó su carrera científica en la Universidad de Cambridge, donde aprendió árabe, a causa de su amor por este idioma. Luego se trasladó para trabajar como investigador en la Universidad de Aligarh en la India; y pasó diez años allí, durante los cuales escribió su famoso libro The Preaching of Islam [La Predicación del Islam.] Fue profesor de filosofía en la Universidad de Lahore, antes de regresar a Londres en 1904, para doble actuar como Asistente Bibliotecario en la Oficina de la India y profesor a tiempo parcial en la Universidad de Londres. Fue miembro del consejo editorial de la primera edición de la Enciclopedia Islámica publicada en Leiden, Holanda. Fue profesor visitante en la Universidad Egipcia en 1930. Cabe mencionar que fue maestro del pensador indio islámico, Muhammad Iqbâl.
The Spread of Islam in the World: A History of Peaceful Preaching [La difusión del Islam en el mundo. Historia de una predicación pacífica]
El Islam y la cristianización
«Esta consideración va en parte a explicar el éxito de los musulmanes en contraste con las misiones cristianas entre los pueblos negros. Se ha señalado con frecuencia que el negro convertido al cristianismo es propenso a sentir que sus correligionarios europeos pertenecen a un estrato de la civilización ajeno a sus propios hábitos de vida, mientras que él se siente más a gusto en una sociedad musulmana. Esto ha sido bien expuesto por un observador moderno en el siguiente pasaje: “El Islam, a pesar de sus deficiencias, no demanda, desde el punto de vista nigeriano, el suicidio racial de los nigerianos como acompañamiento de su conversión. No estipula cambios revolucionarios en la vida social imposibles en la etapa actual del desarrollo nigeriano ni socava la autoridad familiar o comunal. Entre el convertidor y el convertido no existe abismo. Ambos son iguales ante Dios, no en teoría pero en la práctica. Ambos son africanos, hijos de la tierra. La doctrina de la hermandad del hombre se lleva a cabo en la práctica. La conversión no significa, para el convertido, una ruptura con sus intereses, familia, vida social o respeto por la autoridad de sus gobernantes naturales.... Nadie puede dejar de estar impresionado con el porte y la dignidad de los nigerianos mahometanos — de hecho, de los africanos occidentales —. Todo el comportamiento del hombre sugiere una conciencia de la ciudadanía y un orgullo de la raza que parece decir: 'somos diferentes, tú y yo, pero somos hombres'.
» La difusión del Islam en el sur de Nigeria que estamos presenciando hoy en día es principalmente social en su acción. Trae a aquellos con quienes toma contacto, un estatus más alto, una concepción más elevada del lugar del hombre en el universo a su alrededor y la liberación de la esclavitud de mil temores supersticiosos.
» El contraste entre la forma en que el cristianismo y el Islam se presentan ante el africano, está bien expuesto por quien es él mismo un negro, en el siguiente pasaje: “Tandis que les missions renvoient a une epoque indefinie l'etablissement du pastorat indigene, les pretres musulmans penetrent dans l'interieur de l'Afrique, trouvent un acces facile chez les paiens et les convertissent a l'islam. De sorte qu'aujourdhui les negres regardent l'islam comme la religion des noirs, et le christianisme comme la religion des blancs. Le christianisme, pensent-ils, appelle le negre au salut, mais lui assigne une place tellement basse que, decourage, il se dit: 'Je n'ai ni part ni portion dans cette affaire.' L'islam appelle le negre au salut et lui dit: 'Il ne depend que de toi pour arriver aussi haut que possible.' Alors, le negre enthousiasme se livre corps et ame au service de cette religion." L'islam et le christianisme en Afrique d'apres un Africain. (Journal des Missions Evangiliques [Periodico de misiones evangélicas]. 63 e * annee [año], p. 207.) (París, l838.) [1] [Mientras que los misioneros cristianos de los obispos se limitan a una clase determinada, encontramos que los misioneros musulmanes penetraron en el corazón de África y tenían acceso a los paganos y los convirtieron al Islam. De esta manera, los negros concibieron al Islam como la religión del Negro y al cristianismo como la religión del blanco, y aunque el cristianismo invitaba al Negro a la salvación, lo puso en un lugar degradado, en tal medida que se dijo a sí mismo con gran desesperación: 'No tengo ninguna parte en esta religión'. Pero el Islam invitó al hombre a la salvación y le dijo: 'Tú puedes alcanzar el mayor rango posible, si haces lo mejor posible'. Por lo tanto, un Negro entraba en esta religión con entusiasmo de cuerpo y alma.]»
Un cambio completo
“La introducción del Islam en la sociedad árabe no implicó simplemente el barrido de unas pocas prácticas bárbaras e inhumanas, pero un cambio completo de los preexistentes ideales de la vida”[2].
Una civilización más elevada
“Los mandingos, una de las mejores razas de África y la más civilizada, más intelectual y más respetada de todos los negros, han estado entre los misioneros más activos del Islam, que se extendió por ellos entre los pueblos vecinos. En la Costa de Guinea, la influencia musulmana fue propagada principalmente por comerciantes de Hausa que se encuentran en todas las ciudades comerciales en esta costa. Cada vez que forman un asentamiento, a la vez construyen una mezquita y, por su comportamiento devoto y cultura superior, impresionan a los habitantes paganos. Tribus enteras de adoradores fetichistas se pasaron al Islam como resultado de su imitación de lo que reconocieron como una civilización más elevada que la suya, sin ser necesario ningún esfuerzo especial para persuadirlos”[3].
La esclavitud a veces puede ser una guía
«La libertad es, en muchos casos, la recompensa de la conversión, y las mentes devotos han incluso reconocido, en la esclavitud, la guía de Dios hacia la verdadera fe, como los negros de los países del Alto Nilo, a quienes Charles Montagu Doughty conoció en Arabia. “En aquellos africanos no hay ningún resentimiento por haber sido convertidos en esclavos, aunque los crueles traficantes de humanos los alquilaron de sus familias. Los patrones que pagaron su precio los han adoptado en sus hogares, los varones son circuncidados y — lo que libera a sus almas, incluso en la larga pasión de la nostalgia [es el hecho de que] —Dios los ha visitado en su desgracia. Pueden decir 'es Su gracia,' ya que de este modo entraron en la religión de la salvación. Por lo tanto, ellos creen que este es el mejor país, donde son hombres libres del Señor. Una tierra de una vida más civilizada, la tierra de los dos santuarios nobles, la tierra de Muhammad — ¡por ello dan gracias a Dios que sus cuerpos en algún momento fueron vendidos como esclavos!”»[4].
Abisinia: la conversión al Islam de los superiores
“Una de las principales razones del éxito de esta fe (del Islam en Abisinia)[5] parece haber sido la superioridad moral de los musulmanes en comparación con la de la población cristiana de Abisinia. Rüppell dice que con frecuencia notó en el curso de sus viajes en Abisinia que, cuando un puesto debía ser ocupado, lo cual requería que una persona completamente honesta y confiable debía ser seleccionada; la elección siempre caía sobre un musulmán. En comparación con los cristianos, él dice que eran más activos y enérgicos; que cada musulmán enseñaba a sus hijos a leer y escribir, mientras que los niños cristianos eran educados sólo cuando estaban destinados para el sacerdocio. Esta superioridad moral de los mahometanos en Abisinia sobre la población cristiana llega a explicar el continuo aunque lento progreso realizado por el Islam durante los siglos XVIII y XIX. La degradación y la apatía del clero abisinio y los feudos interminables de los jefes de Abisinia han dejado a la influencia mahometana libre para trabajar sin perturbaciones”[6].
No eran en absoluto fanáticos
Según el Sr. Plowden, quien fue el cónsul inglés en Abisinia de 1844 a 1860, los abisinios no fueron ni obligados ni perseguidos para convertirse al Islam “pues se dice que los mahometanos aquí no han sido en absoluto fanáticos ni tuvieron cualquier enemistad particular para con el cristianismo”[7].
El rescate espiritual
“Muy lenta y gradualmente, los nubios parecen haber cambiado del cristianismo al mahometismo. La vida espiritual de su iglesia se había hundido hasta el nivel más bajo y, al no surgir ningún movimiento de reforma en medio de ellos y al haber perdido contacto con las iglesias cristianas más allá de sus fronteras, era natural que debieron buscar una expresión de sus aspiraciones espirituales en la religión del Islam. La religión cuyos seguidores durante tanto tiempo habían atestiguado de su poder vivo entre ellos y que ya habían ganado en algunos de sus compatriotas su aceptación”[8].
Propagación no violenta de la fe
“Al ser estos datos, de la conversión de los nubios, fragmentarios e insuficientes, sin duda podemos concluir de todo lo que sabemos del carácter independiente de este pueblo y la tenacidad con que se aferró a la fe cristiana, mientras era una fuerza viva entre ellos, que su cambio de religión fue gradual, extendiéndose a través de varios siglos”[9].
Un paso civilizacional
“El hecho mismo de que la aceptación del Islam sí implica un avance en la civilización y es un paso muy perceptible en el progreso intelectual, moral y material de una tribu negra ayuda en gran medida a explicar el éxito de esta fe”[10].
[1] Ibíd. 358.
[2] Ibíd. 42.
[3] Ibíd. 319, 339.
[4] Ibíd. 416-417.
[5] El autor habla de la difusión del Islam en África en general, y en Abisinia, en particular, durante los siglos XVI y XVII.
[6] Ibíd. 117-118.
[7] Ibíd. 118.
[8] Ibíd. 111-112.
[9] Ibíd. 113.
[10] Ibíd. 359.
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